Un rey puede estar de fiesta en su palacio,
rodeado de música, manjares, personas alegres y divirtiéndose. Todo parece paz
y felicidad. Pero si, su pueblo, sus ejércitos están luchando en el campo de
batalla, su paz es imposible, por mucho que las apariencias muestren la paz.
Nuestro rechazo de la guerra, sólo es
manifestado porque estamos en ella. No importa que no haya bombardeos, que la
sociedad vaya a trabajar y divertirse, que la vida parezca normal y podamos
salir y hablar tranquilamente con vecinos y amigos.
Incluso cuando no tenemos enemigos,
incluso cuando no hay ni tan siquiera una discusión o malentendido en la
Tierra, todos sus habitantes están en guerra, porque es la Tierra la que no
puede mantener su Paz, si no mantiene continua y eternamente su guerra.
Es extraño que lo único que realmente
mantiene la Paz en la Vida, sea la guerra continua de su manifestación.
Nuestra paz y salud, depende de haber
resuelto y vencido nuestro combate con todo lo que se opone y lucha con
nosotros por su supervivencia.
Hemos vencido muchas enfermedades,
hemos evitado muchas muertes en los nacimientos y por enfermedades adquiridas o
congénitas, hemos alargado los años que vivimos, lo que conlleva llenar la
Tierra con los residuos de nuestro vivir en Ella.
Hemos tenido que destruir bosques,
ríos, lagos, campos, el aíre, las nubes no tóxicas, especies de plantas, de
animales e incluso de bacterias, que ha cambiado nuestras vidas y la de la
Tierra con sus batallas.
Pero la Vida, no puede aceptar lo que
hacemos, si al mismo tiempo no acepta, lo que las otras manifestaciones de Vida
o la misma Tierra hacen para protegerse de nuestros ataques.
Todos y Todo somos iguales para la Vida.
Todos y Todo tenemos la misma Libertad,
para crear nuestra existencia y el poder manifestarla.
Todos y Todo vivimos con nuestro Libre
Albedrío, tratando de seguir existiendo y defendiendo la integridad de nuestra
individualidad.
La Paz de la Vida, es la aceptación de
ser lo manifestado y lo inmanifestado.
No diferenciando entre Blancanieves,
los hermanos Grimm o Disney.
Ella Es, todos ellos
indiscriminadamente, por tanto, su manifestación no puede combatir con nada.
Siendo ambas polaridades, en todos sus posibles equilibrios.
Ella al aceptar el Cambio, al aceptar
el Infinito y lo Eterno en su Manifestación.
Tiene en Sí Misma, todas las batallas que
el Cambio necesita para crear un nuevo Ahora, evitando al mismo tiempo que
muera ninguno de los anteriores, que no quede ninguno por Crear o nacer.
Diluvios, castigos divinos, guerras,
explosiones atómicas, invasiones de otras galaxias, no pueden impedir la Paz en
la Vida, que siempre acepta Ser, la existencia del Ahora, pero no en el tiempo
con pasado y futuro, con principio o final, sino esa Eternidad en la que la Paz,
la Libertad y el Amor, no encuentran cómo manifestarse o ser percibido por
Ella, al Ser Todo cuanto existe, existió y existirá, y Todo aquello que no ha
existido, que no existe ni nunca existirá.
Porque nada puede nacer en la Vida, su
Paz es Eterna.
Porque Ella en su Aceptación acepta
ser Guerra, su Paz es Eterna.
Porque en Ella no existe el Cambio, al
ser Todo en el Ahora, cubriendo toda la Eternidad, su Paz es Eterna, siendo que
la mitad de Su Paz, es Guerra por Ley.
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