El Universo en sí mismo es una
individualidad. Por supuesto que tiene muchas cosas en su composición, que a su
vez pueden ser llamadas individualidades, pues cualquier cantidad de partes que
integran una individualidad, son en sí mismas individualidades, o suma de “unos”
para el conocimiento de su integridad.
Me pregunto que pasaría si le faltase
un solo átomo al Universo Infinito, no hablo de que tuviese un átomo menos,
sino de que le faltase. Obviamente no variaría en cuanto a su ser
individualidad, pero sí en su Concepto como Absoluto de individualidad, al
faltarle un solo átomo.
En nosotros y según nuestras creencias,
estamos formados por cuerpos diferentes, que demasiadas veces estudiamos por
separado, incluso comparándolos y discriminando unos sobre otros.
El físico, el emocional, el mental, el
alma, el espíritu y la chispa divina que nos une y permite formar una sola
individualidad con Dios, son cuerpos que comparamos y discriminamos, pero me
pregunto, si miramos el cuerpo físico, es un trozo de carne y huesos, materia
en su término general, que es una individualidad, pero no la nuestra, que es
inseparable de todos ellos en uno.
Un cuerpo o parte por separado, siempre
será una individualidad, pero obviamente, como parte de la única
Individualidad, que se adjetiva y nombra como Absoluta, el Todo, Dios o el
Universo independientemente del número de universos que lo integren.
Mirar una pareja o un pueblo, como la
unión de individualidades, sin que realmente creamos o aceptemos que son Una
Individualidad, es lo que nos ha traído al egoísmo, a la envidia y a la imposibilidad
de crear el principio de humanidad.
La pareja, el pueblo, la Tierra, son
una Individualidad, no como partes independientes agregadas o individualidades
unidas. Pero es la Humanidad, la que no admite ni una sola duda o conceptualización
de su Individualidad como Absoluta, independientemente de las partes o
individualidades integrantes.
Ese pequeño error al vivir el Concepto
de Individualidad, nos ha llevado a crear una sociedad, en la que prima y reina
la separación de las partes.
Que obviamente es el obstáculo, que
impide crear una sociedad, en el que las partes, funcionen, trabajen y piensen
como un Todo. Lo que nos ha traído a: “Guerras, envidias, ambiciones y tratar
de encontrar la supremacía de nuestra individualidad, por medio del abuso y violación
de las individualidades más débiles de nuestro propio Ser.
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