Quienes han intentado explicar lo que
es el Ser, manifestado como Universo, Esencia y Naturaleza de cuanto existe,
nos han legado sus vivencias, en explicaciones filosóficas y religiosas. El ver
una flor y su explicación, depende de la personalidad y aprendizaje que se ha
tenido al manifestar la Vida, en realidad carecería de nombre siendo Todo Uno,
algo necesario para explicárselo a alguien que no es nuestro yo.
Los idiomas, surgen de crecer en
lugares diferentes y tratar de diferenciarnos de los demás, y la necesidad que
tenemos de que los demás nos ayuden, nos lleva a tratar de entendernos un
mínimo, que implica sólo a las palabras.
El Universo como Uno, no puede
percibirse a Sí mismo. Su existencia siendo desconocida, es en un Limbo, que
podríamos traducir como Nada, Felicidad, Cielo o el lugar donde se manifiesta
el Ser como Dios. Un Uno, que no puede percibirse a Sí mismo, hace imposible
que tenga un sentimiento de soledad o necesite crear algo, que obviamente
debería ser diferente a Él, que sería lo que crearía un principio de Dualidad,
en el que la obra y su Creador, serían las mitades del Uno.
La
imposibilidad de explicar un Principio y un Final dentro de la Eternidad, hace
que cualquier explicación que sólo es posible dentro de la dualidad, no sea
coherente o aceptada por la lógica o la razón, algo por lo que tiene que ser
mirado desde la fe.
Si
pensásemos que antes del Principio existía un Universo parecido al que decimos
que fue creado, sólo existiría como Dios, siendo la Seidad del Universo como
Uno en un Ahora Eterno. Su Impermanencia en el tiempo, se manifestaría también
como realidad de cada ahora, algo que no impediría que dentro del Ahora Eterno
no hubiese cambio.
El
pensar que el regreso a nuestro origen, ese que teníamos antes del principio
será porque un Ser superior nos creará un cielo donde perderemos el ego, la
separación con el resto del Universo y existiremos eternamente como Uno,
manifestando Felicidad, es pensar, que no existiendo la dualidad podremos
seguir caminando de un extremo a otro con nuestro yo.
Olvidamos
que cualquier punto del Infinito puede ser tanto su centro como su extremo,
pues siendo todo Uno, no puede existir la discriminación o la percepción propia,
menos aún algo percibido como ajeno.
El
retorno, es responsabilidad nuestra, es algo implícito en la Libertad
Universal. El Universo y su Impermanencia, no pierde nunca su manifestación
como Uno, manifestando su Ser, tanto en la carencia de tiempo como en la
Eternidad en cada ahora. Siendo nosotros, los que mediante la pérdida del ego,
la dualidad y manifestando nuestra esencia y naturaleza original de Amor,
retornaremos a ser Uno, manifestando y dando existencia a Dios y la Vida, que
existen eternamente, que no percibimos en nuestras vidas y manifestación,
debido, a que lo que manifestamos es la separación de los extremos, el egoísmo,
la diferenciación y discriminación, y en lugar de Amor, la envidia, la
insatisfacción y el odio.
Es en el ejercicio de esa Libertad Universal, donde podremos retornar al Origen de Eternidad, siendo Uno como Universo y no una nada del Infinito y la Eternidad.








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