SIENDO

Shakyamuni, nos dijo que el origen del sufrimiento, estaba en la ignorancia, de no saber distinguir entre lo real e importante y lo irreal y fútil.

          Jesús, nos dijo que la miseria e infelicidad, son causadas por la ignorancia de no saber quienes somos, de ahí el sufrimiento del hijo pródigo.

          Por no aceptar lo que somos y no tener claro lo que es realmente nuestra vida. Estamos intentando clarificar estas dudas, por medio de la contemplación y la meditación, dependiendo de nuestras creencias o entorno social.

          Lo que estamos intentando encontrar en ambas es: la tranquilidad, relajación, nuestra unión con dios, viajes astrales, sin darnos cuenta de lo que realmente y la importancia, de lo que se puede conseguir.

          El error principal es, que creemos que es necesario encontrar la unión con un algo que está separado de nosotros.

          Lao Tse, en el Tao Te King, dice que: “Vivir siendo uno con el Tao, de acuerdo al Tao, nos hace Inmortales”. La mayoría gasta su vida intentando conocer el Tao para seguirlo, sin ver lo importante: “Ser”.

          Perdemos nuestras vidas tratando de conocer lo que son.

          Perdemos nuestro tiempo, analizando el pasado y luchando por el futuro.

          Destrozamos nuestra sociedad, culpando a los demás, esperando que los otros cambien, esperamos que alguien haga lo que pensamos.

          Escribimos frases bonitas acerca de: amar, libertad, esfuerzo, humanidad, esperanza, generosidad, unidad; y tantas y tantas cosas que buscamos infructuosamente.

          Enfermamos a quien nos da y mantiene nuestras vidas, la Madre Tierra.

          Buscamos respuestas en: las religiones, las actividades, los sueños, la política, en asociaciones y grupos, meditamos y nos perdemos en actividades que todos nos recomiendan.

          Olvidamos: nuestra realidad, de quién somos hijos, y que no hay nada que encontrar.

          Somos el Tao Eterno, la Realidad de Buda, el Padre acogedor de Todo. Somos la Meditación, la Contemplación, el Amor, la Esperanza. Somos Todo lo que puede ser: encontrado, pensado, conseguido. Somos el Vacío donde existe Todo, incluso lo inexistente.

          ¿Cuándo y cómo conseguiremos lo que buscamos? Solamente cuando más allá de toda duda, podamos olvidar lo que somos, para Serlo, ¡siendo la realidad Nada!

Publicado anteriormente el 4-3-14