Un afamado
maestro a la búsqueda de la Verdad, su vida ha dedicado. Meditaciones eternas,
innumerables maestros, caminos duros largos y cortos, todos los sitios donde
podría esconderse la Verdad, ha buscado, ha recorrido, ha hollado. Alguien
pregunta, ¿Maestro, por que con tan gran esfuerzo, dedicando su vida, la Verdad
no ha encontrado?. Simplemente no la ha encontrado, responde el Maestro, que
nunca ha buscado.
En el Paraíso
un día caminando, se encontró con el Buda, que sonrió a su amado. ¿Maestro, por
qué, en mi esfuerzo, mirando en todas partes, la Verdad no he encontrado? Preguntó
al Maestro, desesperado en su desesperanza, el eterno buscador, que no ha encontrado.
“En verdad, en verdad, te digo, que verdaderamente hay una Mentira infinita, y
una Verdad Absoluta, contestó el Iluminado”.
Se encontró
otra vez en la Tierra, en meditaciones, esfuerzo, sacrificios y búsquedas
dedicado.
El Yin ha salido a la búsqueda del Yang amado, por caminos
infinitos, por lugares nunca hollados. En profunda Meditación, el Yang le
espera, eternamente sentado. La eternidad continúa y los amantes no se han
encontrado.
El Buda
Medita con todos sus mudras, aplaude con su única mano, inútil esfuerzo, pues
no puede encontrarse, lo que nunca se ha separado. No puede encontrar para otro,
lo que ya ha encontrado.
La mentira es,
verdaderamente la verdad de la mentira, a la que la Verdad Absoluta nunca ha
abandonado.
¿Quién puede encontrar la Verdad
Absoluta? Sin ser el eterno buscador, que cree estar separado, de un Absoluto
que no podría serlo, si lo hubiese separado. Quien no ve la Verdad, es el
buscador desesperado, quien la ve, solo ve la verdad, que vive en el engaño.
Quien busca no encuentra, porque a encontrar, su vida ha dedicado.
Quien no busca no encuentra, por no conocer lo encontrado.
Solamente buscando, con esfuerzo, se puede ser lo buscado.
Un día paseando en el Paraíso, Buda se ha encontrado. En Verdad, en
verdad, la Verdad es Mentira, la Mentira a la Verdad se ha entregado.
Caminar hacia el lugar en que uno está, puede convertirse en un koan, resuelto, tan sólo, en la quietud y el silencio.
ResponderEliminarTodo caminar, nos lleva aquí. Cuando con nosotros se mueve el Universo, tan solo quietud y silencio.
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