Hace bastante
tiempo, en uno de mis escritos escribía que la persona que me enseño lo que
significaba Nada o Vacío, no fue mi Maestro, ni los libros, ni el budismo, que
había sido mi madre, una persona casi sin estudios, dedicada a trabajar y que
sus hijos pequeños no la diésemos un respiro.
Cuando me decía
cómetelo todo, hasta dejar vacío el plato, significaba que no era rebañarlo con
la cuchara o tenedor, sino con las últimas migas de pan, limpiar todos los restos
que denotasen, que había habido comida en el plato.
Este comentario por ejemplo: "Si lo analizó profundamente el
Vacío no existe, es la Nada, ya que cualquier espacio esta ocupado por átomos,
espacio y tiempo, así que para mí no existe el Vacío porque todo está lleno,
todo es magnetismo".
Esto por ejemplo iría en
contradicción con las enseñanzas de mi madre, porque: ¿Cómo puede estar algo
vacío, lleno de algo?
Cuando los científicos hablan de
vacío, está lleno de éter, o de magnetismo, o de ondas, vibraciones. Si lo llenásemos
de algo, incluso de vacío, no podríamos poner algo más en él,
al estar lleno de nada.
Por existencia,
entiendo también el Vacío, si el Universo estuviese lleno de Vacío, no podría
existir nada más, ni constelaciones, ni éter ni ninguna otra expresión de vida,
toda la expresión posible de la Vida sería como Vacío.
Cuando leo un
libro, cuando he aprendido cristianismo o budismo, no he intentado entender las
palabras, debido a mi mala memoria, soy incapaz de memorizar lo que leo. Tampoco
intenté aprender lo que nos explicaba mi Maestro, no solamente por mi mala
memoria, sino porque Él hablaba en japonés y yo no lo entendía, pasó
aproximadamente un año, antes de que supiese, que algunos de los japoneses
hablaban algo de inglés. Con lo que tenía que conformarme con las traducciones.
Mi trabajo,
mi obligación, no era memorizar lo que me traducían o juzgar la traducción. He llegado
incluso a argumentar con los traductores, no con los que sabían un poco de uno
de los dos idiomas, sino con traductores maravillosos. Mi ser discípulo,
solamente era, intentar aprender lo que había más allá de las palabras. Ordenar
mi mente, no juzgar o comparar las explicaciones, de las cuales yo podía coger
lo que necesitase, desechar o aprender algo diferente a lo que me había sido
explicado. Por eso mi Maestro no me enseñó, porque ante todo era mi libertad,
era lo que Él veía en mí: “A Buda”, ¿Cómo iba a pretender enseñarme?, solamente
me ayudó a que yo tuviese un esbozo de quien soy.
Cuando leo
Vacío, en unas palabras de Buda, no intento compararlas con otros
conocimientos, solamente las leo varias veces, en diferentes contextos, una vez
que he comprendido algo más que las palabras, las olvido y las pongo dentro de
mi sentido común.
Uno las
palabras de Buda con las de mi madre, y entiendo que Vacío es donde no puede
existir, ni tan siquiera el propio vacío, porque entonces no podrían aparecer
las estrellas, ni tan siquiera la Nada. Porque estar llenos de nada, es estar
llenos. Es por ello que para poder armonizar las palabras de Buda y las de mi
madre, me esforcé por encontrar una definición para mí, que me hiciese sentirme
bien y que me permitiese entender las explicaciones de los científicos.
El resultado
de esta armonización, en el concepto de Vacío es lo que escribo con cierta
frecuencia: “Vacío es, la potencialidad de aceptación y entrega absoluta”,
donde incluso la potencialidad es una inexistencia de Vacío.
Al final
todos sabemos lo que es, porque cuando nos movemos, el aire que había en el
sitio que ocupamos, ha sido desplazado, porque no podemos ocupar un espacio o
lugar donde exista algo diferente. Esto no se refiere a: tamaño, que sea visible,
analizable, perceptible o su naturaleza: de vibración, onda, fractal, campo, o lo que queramos
llamar a ese algo que es nada, incluso algo lleno de nada, estaría lleno.
Buda dice que el ego es inexistente,
¿Qué es lo que llena y controla nuestras vidas?
Cuando Buda enseño la flor en su mano, todos vieron la mano y la flor, pero ¿Qué vio Mahakashyapa?
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