LA OLA

         Es uno de los pocos escritos en el que no tengo la fecha en que fue escrito, probablemente es de alrededor del 1973, pero antes los tenía en papeles y cuadernos sueltos, antes de encuadernarlos e introducirlos en el ordenador. Lo he publicado anteriormente y quisiera republicar algunos más, espero que no os importe volver a leerlos.

Un movimiento, en el que la sensación de algo que crece alrededor se siente, un movimiento hacia el nuevo mundo, la oscuridad se rompe y el sol brilla de nuevo para una nueva vida, en el inmenso océano nace una pequeña ola que asombrada, mira a sus hermanas, todas en una estrecha formación, en un camino infinito hacia el horizonte. Ve al viento que la mueve; pregunta ¿quién eres?, ¿qué haces?, ¿de donde vienes?, ¿de .... ¿ de .... ¿ de .... ?.

Calma, calma, yo soy el viento que te transporta, intermediario entre tu origen, tu vida y tu muerte, vengo de donde tú y de todas partes, lo veo todo, pero no se donde voy, ni donde te llevo, solo marcho hacia adelante, ayudo al hombre en ...... .

¿Qué es el hombre?, ¿donde está?, ¿es como tú?.

Eres muy preguntona y haces preguntas difíciles, ni aún cuando viajo entre las hojas de sus libros, puedo entender lo suficiente para contestarte. Está normalmente en la tierra, cuida y destruye casi todo, antes dependía de mi y me pedía ayuda infinidad de veces, ahora casi siempre soy molesto para él y procura cerrarme el paso, solamente me llama para unos pocos trabajos. Bueno pienso que ya está bien de charlas y que debes concentrarte en tu trabajo, que es mantenerte unida a la de delante, que te indicará el camino y no olvidarte de enseñárselo a la que viene detrás.

¡Oh!, ¿por qué el mundo es siempre lo mismo?. Aquí quieta mirando a todas partes y sin ver nada nuevo, el viento dice que me mueve y que hago un trabajo importante y que dentro d mí ..... ¡ja, ja, ja ....!, ¿qué haces?, ¿quién eres?.

Soy un pez, viajero de todos los mares, grandes ríos y conocedor de todo cuanto nos rodea, si tuviera tiempo te diría todo sobre la vida.

¿Por qué no me cuentas algo y dejas de jugar en mi interior?, me haces cosquillas y me desasosiegas, ¿podrías decirme qué hay delante de mí, o bien qué hay alrededor?.

Bien pequeña, desde aquí hasta donde tú llegarás, hay solamente infinidad de olas similares a ti que se destruyen y mueren al llegar a tierra. Debajo tienes agua y más agua y de nuevo tierra, muchas clases de peces, pero yo soy de los más viajeros; luego en la tierra hay un agua mucho mejor que la tuya, hasta los hombres la beben. Y, adiós, no puedo perder el tiempo, debo seguir mi viaje.

¡Oye!, ¡oye!, nada, de nuevo sola. ¿Qué puedo hacer para llegar al hombre, conocerle, ver en qué consiste su trabajo, por qué se bebe el agua, ¿cómo puede trabajar, sin el viento que dice que me mueve?.

¿Por qué mueren las olas como yo?, ¿qué las impulsa a ir a la tierra?, ¿es que nadie me dice nada?. Sola, parada en toda esta agua, quizás es que debo ir a ver al hombre y cuando llegue a tierra podré conocerle, y comprender algo de todo esto. Pero entonces debe de ser verdad que me muevo hacia la tierra, que formo parte de algo más grande que yo, pero si muero al llegar no podré hacerlo, ..... ¡ eeeeh!, ¿qué es aquello negro que se acerca?, ¡oooohh!, ¡aaaahh!, ¿qué es lo que haces?, siento que mi cuerpo quiere romperse, todo en mí intenta disolverse, ¿quién eres?.

Yo, pequeña, soy la tormenta y viajo cambiando todo lo que encuentro a mi paso, y algunas veces hasta lo destruyo.

¿Por qué quieres destruirme a mí?.

¿A ti?, ¡jo, jo, jo, pobre pequeña, a ti solo te agrando cada vez más y te impulso hacia la tierra y a cuanto en ella vive.

¿Eres tú la que me llevas a ver al hombre?.

Puede ser, pues me puedes ser necesaria para mi visita a la tierra.

Pero quien me lleva es el viento, él me lo ha dicho, que me ayudaría a llegar.

¿El viento, ese pobre infeliz que cree que puede ayudar a todo a moverse?. Fíjate en ti siempre pequeña, apenas sin movimiento, yo en un momento te he hecho grande y avanzar en tu camino mucho más que en el resto del tiempo que llevas viajando, ¿estás mucho más cerca de la tierra ahora o no?. ¡Adiós!.

¡Adiós!. Bueno, puede que sea verdad, pero la tierra no es nada si en ella no  encuentro al hombre, y con este cuerpo tan grande, en el que siento mi interior destrozado, no debo llegar pues me faltaría tranquilidad, y ... ¿para qué tanto correr?, quizás podría destrozar algo sin querer. Mejor voy en brazos del viento, que me hace sentirme unida a mis compañeras, donde sé que ocupo mi sitio y no me parece que voy a caer sobre las otras, ni las otras sobre mí. Que me hace sentirme yo misma, con tiempo para pensar en mi madre el Océano, por el cual me muevo, en cuyas profundidades viví, hasta nacer como ola, ella me enlazará con los otros océanos y me llevará a sus orillas donde la tierra emerge. Pero ..., estoy desvariando, qué se yo de todo esto, quizás solo son sueños, puesto que nada he visto, ni oído sobre todas estas cosas, deben de ser sueños.

No, no son sueños, es parte de la realidad. ¡Buenos días!, soy una gaviota y vuelo todos los días sobre ambos mundos, el tuyo y el del hombre, y sé que lo que dices es verdad.

¡Buenos días!, creo que estaba pensando en voz alta, pero no importa, ¿puedes tú contarme algo más?, me han hablado: el viento, el pez, la tormenta y solo me traen confusión. ? Los conoces tú?.

Sí, a todos ellos. El viento, quizás tuviera miedo pues eras pequeña y él sabe demasiado, forma parte de todo y en lo que no está, siempre hay un familiar suyo, incluso tu estás formado por ellos, viaja además por todas partes, todo lo ve y escucha. El pez solo ha visto el agua y reflejos de lo que la rodea, le gusta creer que eso es el mundo, le hace sentirse más seguro, juega con todos y al final muere en el engaño. La tormenta, es solamente alguien que viaja demasiado deprisa, creyendo que destruye todo, se olvida de mirar como nacen de nuevo cosas en todo lo que abandona, casi siempre mejores, solamente hace que haya que trabajar más, lo cual es bueno, ya que el esfuerzo hace que todo vaya mejorando y casi siempre destruye a lo débil o lo viejo, que si no fuera así no cambiaría. A ti quiso que destruyeras, hacerte grande el cuerpo para que no pudieras controlarlo, en cambio solo te removió el interior,  sacando a flote todo lo que estabas pensando, pero eres fuerte y aguantaste su paso. Solo algunas resisten intactas, otras se destruyen, otras cambian. En fin, esto es lo que creo que te puede ayudar de lo que conozco. ¿Quieres saber algo más?.