No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

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Yui Shin

lunes, 4 de enero de 2016

LO QUE NOS ALIMENTA


          En charlas y coloquios en la radio, cuando me presentaba Federico, siempre decía que “Como siempre, nos hablará de la Vida”, probablemente la vida de la que hablaba no era la misma de la que yo creía hablar y estuviese escrita con minúscula, pero nunca he podido encontrar otra cosa de la que poder hablar, tanto personalmente, como en lo que escucho o leo de los demás.
          En las terapias, mi imagen de la Vida para que las personas que venían tuviesen una visión mejor de sus problemas, ha sido principalmente la alimentación. La alimentación de: la vista, el oído, las células, la mente, las emociones y sentimientos, el cuerpo y nuestro ser. Generalmente y como simplificación, siempre he separado la alimentación de cada parte, de cada aspecto, de nuestro ser único.
          Lo que sabemos sobre alimentación o al menos lo que más nos influye, proviene de una frase antigua, de la que nunca he leído el contexto en el que se incluye, las palabras y frase que es atribuida a Hipócrates y según leo, podría ser de Ludwig Feuerbach: “Somos lo que comemos”. Al igual que en otras frases, nos hemos quedado en la letra, en el entendimiento de las palabras escritas, sin investigar desde la Gran Duda.
          Por ello hemos analizado: proteínas, vitaminas, carbohidratos, fibra, y sus orígenes, para saber lo que somos o en lo que nos convertirá lo que estamos comiendo. Basamos nuestra alimentación en dietas, en las que lo importante son los resultados. Hemos cometido el mismo error de confundir: a Dios con sus definiciones o la Creación o la Vida con su manifestación. Hemos confundido los alimentos con lo que nos alimenta.
          Negar o afirmar la importancia de los componentes de los alimentos en nuestra nutrición, nos llevaría al dilema de Joshu al ser preguntado por: “La Naturaleza búdica del perro”, ninguna respuesta puede satisfacer el hambre de la pregunta.
          Lo que verdaderamente nos alimenta y nutre de los alimentos, es la vida que hay en ellos. Lo que se alimenta, es la vida que hay en nosotros. Es de la vida de lo que realmente se puede nutrir la Vida. El resto, es simplemente la manifestación en la que podemos percibirla, lo que podemos apreciar, analizar o comprender, que en cada tipo de manifestación apreciamos como diferente. Comida para el cuerpo; pensamientos, sensaciones y sentimientos para la mente; emociones y sentimientos para el corazón; actitudes para el alma; aceptación y amor para el Espíritu.
          Pero al cuerpo le alimenta lo que pensamos, lo que sentimos, lo que vemos, el entorno, las circunstancias. A la mente y el corazón les nutre el estado del cuerpo y su alimentación. El alma se nutre con los otros aspectos de nuestro ser y los alimenta. De dónde se alimentaría el Espíritu, si las diferentes manifestaciones o partes integrantes de nuestro Ser no estuviesen alimentadas.
          Seguimos todavía pensado que somos lo que comemos, pero comemos lo que somos: vida. Cómo separar una vida de la otra, ¿por qué vemos el alimento en lo que percibimos?, sin percibir lo que realmente nos alimenta.
          ¿Podríamos  llegar a ser una zanahoria, si las comemos como único alimento?, confundimos lo que percibimos con lo que algo es. Ingerimos el alimento, pero lo que realmente nos ha alimentado es lo que hemos asimilado, lo que se ha transformado en lo que somos, en nosotros. Estando obligados a expulsar lo que no, que nos dice lo que realmente somos: lo que no cagamos, meamos, sudamos, o de alguna manera es entregado como alimento para otras manifestaciones de la Vida.
          Nuestra individualidad, es una manifestación de la Vida. Cuanto nos rodea es manifestación de esa misma y única Vida. Siendo única, no puede nutrirse, ni alimentarse, ni encontrar alimentos, por ello se alimenta de sí misma al no existir realmente algo que no sea Ella.
          Al igual que la Naturaleza Búdica del perro, decir que las vitaminas o los alimentos no son los que nos alimentan, es erróneo, de la misma manera que lo es el decir que son los que nos nutren. Al final es la Vida la que se manifiesta en nosotros, lo que nos nutre es la Vida que se manifiesta en los alimentos.
          Al ser Vida, es lo que somos, es lo que no podemos percibir, es lo que no podemos percibir en los alimentos, es lo que más que nutrir, manifiesta de otra manera lo que somos.
          Pero debemos recordar siempre que lo que nos nutre, es lo que somos, no lo que retenemos, lo que guardamos sin necesitarlo, porque eso es lo que realmente nos envenena, lo innecesario, lo que no cagamos, meamos o retenemos innecesariamente.



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