Somos los
creadores del universo y vida en la que estamos ahora, no la Vida que se
manifiesta, sino la estructura, condiciones, forma de convivencia y la salud
que manifestamos. No solamente la personal, sino toda la vida que se manifiesta
en los niveles de máxima influencia de nuestra creatividad individual y
colectiva.
Es,
nuestra relación, no solamente con las individualidades que están integradas en
nuestra individualidad, sino el reflejo de las individualidades en las que
estamos integrados, hasta lo que es nuestro cuerpo como Tierra, los éteres y
manifestación de energías que la forman y que son reflejadas en nuestro ser y
salud.
LOS ORIGENES
En un pequeño planeta
incandescente, apenas perceptible en el universo, aparentemente vacío y sin
vida durante millones de años, comienzan a materializarse las energías y la
vida universales en una nueva forma de vida.
LAS BASES
Durante millones de años de
este vacío, van naciendo nuevas formas de vida, que se esfuerzan con entrega y
tesón para adaptarse a las circunstancias y condiciones que se suceden en el
lugar donde viven. Estos esfuerzos van creando nuevos órganos, para poder
utilizar las energías que se van integrando en cada individualidad.
En estos millones de años de nuestro planeta, hay
formas que nacen y desaparecen, unas que se adaptan y permanecen tiempo y otras
que apenas condicionan o son percibidas. Pero la constante en todas ellas es:
la aceptación, entrega y esfuerzo, por adaptarse a las condiciones existentes en
cada instante de sus largas o cortas vidas.
Hay formas rápidamente
cambiantes y las que apenas lo hacen en millones de años. En cualquiera de los
casos existentes, todas ellas son descendientes, de esa primera energía materializada
en un vacío aparentemente sin vida.
Millones de años una forma,
millones de años plantas, millones de años animales, millones de años de nuevas
formas y de repente nosotros, suma
de un vacío lleno de formas durante millones de años.
NACIMIENTO
Tras una época de
aceptación y esfuerzo por adaptarnos, comienza nuestra lucha por: cambiar las
circunstancias, adaptar el medio a nosotros, a nuestros gustos, y la no
aceptación, de las reglas de juego existentes durante millones de años. De esta
no aceptación, nacen los nuevos ingredientes emocionales, que son:
insatisfacción, frustración, inconformidad, etc., que son la dualidad propia a
las emociones aportadas por la aceptación.
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