No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

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Yui Shin

viernes, 3 de enero de 2025

SIN CAMBIO

           Dice la canción que “la Vida sigue igual”, algo erróneo, pues la Vida sólo manifiesta lo que nosotros hemos creado como manifestación de nuestro Universo.

          Hubo un momento en el que encontramos la necesidad de tener el poder de Dios, encontrando como amigo al Mal. A partir de ese momento, siempre hemos encontrado que debemos enfrentarnos a nuestros enemigos para ser poderosos.

          Los encontramos en el homo sapiens, en el neandertal, en el cromañón, pues para cada uno, los otros eran sus enemigos. Vino como enemigo tras muchos siglos: Los romanos, los normandos, los vikingos, y todos aquellos que querían lo nuestro o nosotros queríamos lo suyo.

          Pasado el tiempo no necesitamos encontrar enemigos, el poder nos dice cuál es, nos lo enseña y permite y nos anima a que luchemos con él.

          Los indios americanos, los aborígenes de Australia, los negros africanos, los gitanos, los judíos, los pobres, los ricos, los de derechas, los de izquierdas, las religiones, los ateos. Siempre hay un enemigo que nos impide la paz y la felicidad, con el que debemos combatir para que no nos la quite.

Todavía no hemos comprendido que, si buscamos la felicidad y la paz, es porque no la tenemos y obviamente, nadie nos la puede dar, ni tampoco quitarnos lo que no hemos encontrado.

El poder, nos dice que tenemos un enemigo al que debemos destruir, desgraciadamente tras combatir y asesinar cuanto encontramos, descubrimos que lo que buscamos no está allí, sólo hemos dado más poder al poder. La lucha y la decepción, nos han traído a la falta de autoestima, la desconfianza, la insatisfacción con nosotros mismos y obviamente con los demás.

Nos dijeron tantas veces que encontraríamos la felicidad cuando hiciésemos y consiguiésemos lo que nos decían, tras milenios haciendo lo que nos decían, luchamos por la industrialización, que nos trajo bienestar junto con la contaminación, la deforestación, la destrucción de la naturaleza y la aceleración del cambio climático.

Luchamos por la democracia, consiguiendo que perdiésemos aquello que nunca tuvimos: La humanidad, al perder el respeto por los demás, conseguimos que fuésemos obligados mediante leyes a comportarnos como personas, si no queríamos ser castigados.

Los políticos, al ver que en el pasado, el pueblo siempre ha sido controlado por medio del miedo y la ignorancia, la renuncia de la Dignidad al ser abusado y violado, simplemente cambiaron las formas y las palabras, siguiendo el ejemplo recibido.

La renuncia del pueblo a su Dignidad, sólo ha servido para que cualquier: funcionario, miembro de la seguridad, político, trabajador, empresario o simplemente ciudadano que surge del pueblo, siga ejerciendo sus funciones sin Dignidad.

Nuestros enemigos, siguen siendo los de izquierdas o los de derechas, los de centro o extremistas, negros o blancos, creyentes o ateos, ricos o pobres, trabajadores o empresarios, poder o pueblo, no hemos encontrado que la felicidad sólo crece en el amor, que la paz sólo es posible en la Dignidad, que el progreso no está en el conocimiento sino en la Sabiduría.

Como dicen los orientales: Romper un bambú o rama fina es fácil, pero es imposible romper un haz de ellos mismos.

Ahora dicen que la IA nos llevará a la felicidad, pero no es la herramienta la que construye y satisface las necesidades, sino el uso correcto de cuanto la Vida nos da o pone a nuestro servicio. Nuestra Libertad no es hacer lo que deseamos, sino para hacer lo correcto con lo que la Vida nos ofrece, que sólo puede ser el resultado de nuestro vivir.

La felicidad y la paz, no se consigue al recibirlas, sino cuando podemos darlas. La felicidad y la paz, no se consiguen al buscarlas, sino cuando no podemos percibirlas.