HIJOS DE DIOS

          Es curioso, cuantos de nosotros tenemos dudas acerca de Dios.

          Cuanta más cultura de esta moderna adquirimos, más dudamos de que sea posible su existencia. En general, haría falta Conocimiento para no preguntarnos tan siquiera acerca de su existencia por obvia.

          No importa cuán descastados seamos, ni si nuestra calificación como personas fuese la de “hijos de puta” que es como no ser dignos de tener padres, ni si hemos vivido en orfanatos siempre como hijos sin padres, o si los que tenemos conviviendo con nosotros nos usan y explotan sin manifestar amor paternal, al final es imposible no tener padres.

          Podríamos incluso ser creados en un laboratorio, como Frankenstein, pero incluso él necesitó de un padre científico, y los trozos aportados de otros hijos que tuvieron padres, siendo su madre la ciencia, la Vida.

          Y es que no existe nada sin un origen, nuestros padres son el nuestro, es algo que aunque no sea perceptible, no podemos dudar o negar, todos tenemos padres, por muy lejanos y desconocidos que sean. Incluso si nos hemos autocreado como personas, no habríamos podido hacerlo sin ellos.

          Dios, decimos y hemos establecido que existe antes del principio, o dicho de otra manera: Él es el origen o padres del Principio, por lo que por mucho que lo dudemos o tratemos de explicarlo, es obvio que si hubo quienes fueron los primeros padres, como primeros fueron llamados Principio, que era el Hijo de quien hemos definido y nombrado como Dios.

          Somos hijos: de hijos, de hijos, de hijos de la Vida, no importa cuantos padres hayan nacido, el Padre origen del Principio, se llama Dios. Pero también hemos dicho y establecido que es Absoluto, por lo que no puede tener hijos, que crearían la dualidad. El problema de la pareja es la de ser dos, el problema de la familia es la diversidad de miembros, la de no ser solamente: pareja, familia, sociedad, humanidad, es al verlas cuando creamos los problemas que invaden la convivencia.

          Es por ello que Dios solamente puede existir como Dios, siendo pura inexistencia, siendo Real sin que nada pueda percibirlo, siendo Dios sin que pueda saber que lo es, sin que nadie pueda verlo realmente.

          Al igual que solamente podemos ver el reflejo de nuestros ojos, que los ojos no pueden ver o saber que lo hacen sin el resto de lo que somos, Dios solamente puede existir, estando vivo en nosotros. Es nuestra forma de manifestar lo que somos, lo que mejor manifiesta a Dios. Pero incluso cuando manifestamos lo repudiable Dios no deja de ser lo que somos.

          Y es que: Dios se muestra a nosotros en nuestras creaciones, es percibido como nosotros lo hemos creado, porque el ojo solamente puede ver la vida, que él percibe, como él la percibe.