No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

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Yui Shin

miércoles, 29 de noviembre de 2017

EXIGIENDO QUE NOS CAMBIEN

          Debido al deseo de terminar con la energía extraída del carbón, a veces, los mineros del carbón cortan carreteras, interrumpen trenes y se manifiestan con y sin violencia, buscando, que se eternice la extracción del carbón en aras de mantener sus subvenciones y el futuro de sus salarios, el trabajo de sus descendientes y sin explicar por qué, el dinero de años y años de subvenciones no ha creado una economía alternativa en las zonas mineras.
          Mucha gente sale a la calle apoyando sus reivindicaciones, muchas de las personas que salen con sus reivindicaciones a la calle, otras siguen saliendo exigiendo la terminación del uso de los carburantes fósiles, entre ellos el carbón.
          Dentro de nuestra incoherencia, la del pueblo. Me pregunto, cuántos de nosotros estaríamos dispuestos a: comer productos locales, tener viviendas pequeñas o para grupos de familias, vivir sin tanta tecnología, debido a la contaminación que genera en los países pobres, con temperaturas más bajas en invierno dentro de las viviendas y el trabajo, con más calor en verano, consumiendo en los hogares una décima parte de la energía eléctrica, usando el coche lo imprescindible y preferentemente aprovechando los desplazamientos para ayudar a las personas que vayan en la misma dirección, consumir mucho menos, para que no contaminen las industrias y el trabajo sea más manual, a no incendiar los bosques, a no cortar árboles y plantar más, a respetar los parques y zonas rústicas, no usar los vehículos en el campo, no hacer motocross, ni rallyes, ni carreras de coches, ni de motos, ni ningún deporte que destruya la estructura del terreno. Para no hacerlo largo: ¿Cuántos de nosotros estaríamos dispuestos a cambiar nuestras vidas hasta el punto de que lo importante sea el planeta, la Tierra, nuestra Casa?. Si bajamos el consumo hasta la regeneración del planeta, ¿Qué haríamos los millones de habitantes, sin puestos de trabajo?. Si respetamos a los animales y cultivamos de forma natural, ¿Aceptaríamos cambiar nuestra dieta, aprovechar los alimentos, comer productos locales y quitar los envases, volviendo al por mayor?. ¿Dejaríamos de viajar en avión, autobuses poco aprovechados, trenes semivacíos, barcos que contaminan, para hacerlo a pie o a vela, o en bicicleta?.
          Pedimos una cosa y la opuesta, nos manifestamos con violencia para exigir lo contrario, queremos leyes que nos obliguen a vivir en la vida que deseamos, pero sin ponernos de acuerdo en cuál y cómo. Exigimos todos mirando nuestro ombligo, siguiendo a los pastores, queriendo ser obligados por imposiciones, leyes y castigos, pero sin perder nuestra libertad, …….
          Siempre me he preguntado, por qué nos cuesta tanto hacer lo correcto a nivel individual, la Tierra nos da cuanto necesitamos, pero nosotros exigimos Más. Queremos que la Tierra sea la casa que deseamos y necesitamos, para no extinguirnos, pero hay que obligarnos: a mantenerla, limpiarla de nuestra suciedad, respetarla, no destruir cuanto Ella hace por nuestro bienestar, usar lo que nos provee con sentido común, y sobre todo no destrozarla y joderla nosotros.
          Pienso, que es como cuando nos vamos a vivir independientes, comemos en casa de los padres, nos pagan los gastos, hemos conseguido ayudas sociales, les pedimos cosas a los vecinos y los niños pasan el día con los abuelos y van al colegio gratuito; mientras exigimos: tener el coche, una vivienda digna, vacaciones, buenas carreteras y transporte público gratuito.
          Si queremos una Tierra habitable, es posible, pero sin que tengan que obligarnos y realizado con el esfuerzo individual. Alguien tendrá que canalizarlo, pero si seguimos mirando nuestro ombligo, exigiendo lo que nos interesa en este momento, esperando que alguien arregle nuestro egoísmo, nuestra falta de sentido común, la ausencia de amor de verdad, no por nuestro bienestar, sino por la Tierra. Es cuestión de tiempo que la Tierra se libere de su mayor depredador, de su único enemigo, que ni tan siquiera es un buen enemigo.
  

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