Debido al deseo de terminar con la energía extraída del carbón, a veces, los mineros del carbón cortan carreteras, interrumpen trenes
y se manifiestan con y sin violencia, buscando, que se eternice la extracción
del carbón en aras de mantener sus subvenciones y el futuro de sus salarios, el
trabajo de sus descendientes y sin explicar por qué, el dinero de años y años
de subvenciones no ha creado una economía alternativa en las zonas mineras.
Mucha gente sale a la calle apoyando sus reivindicaciones, muchas de las
personas que salen con sus reivindicaciones a la calle, otras siguen saliendo exigiendo la terminación del uso de los carburantes fósiles, entre ellos el
carbón.
Dentro de nuestra incoherencia, la del pueblo. Me pregunto, cuántos de nosotros
estaríamos dispuestos a: comer productos locales, tener viviendas pequeñas o para grupos
de familias, vivir sin tanta tecnología, debido a la contaminación que genera
en los países pobres, con temperaturas más bajas en invierno dentro de las viviendas
y el trabajo, con más calor en verano, consumiendo en los hogares una décima
parte de la energía eléctrica, usando el coche lo imprescindible y
preferentemente aprovechando los desplazamientos para ayudar a las personas que
vayan en la misma dirección, consumir mucho menos, para que no contaminen las
industrias y el trabajo sea más manual, a no incendiar los bosques, a no cortar
árboles y plantar más, a respetar los parques y zonas rústicas, no usar los
vehículos en el campo, no hacer motocross, ni rallyes, ni carreras de coches,
ni de motos, ni ningún deporte que destruya la estructura del terreno. Para no hacerlo largo: ¿Cuántos de nosotros
estaríamos dispuestos a cambiar nuestras vidas hasta el punto de que lo
importante sea el planeta, la Tierra, nuestra Casa?. Si bajamos el consumo
hasta la regeneración del planeta, ¿Qué haríamos los millones de habitantes,
sin puestos de trabajo?. Si respetamos a los animales y cultivamos de forma
natural, ¿Aceptaríamos cambiar nuestra dieta, aprovechar los alimentos, comer
productos locales y quitar los envases, volviendo al por mayor?. ¿Dejaríamos de
viajar en avión, autobuses poco aprovechados, trenes semivacíos, barcos que contaminan, para hacerlo a pie o a vela, o
en bicicleta?.
Pedimos una cosa y la opuesta, nos manifestamos con violencia para exigir lo
contrario, queremos leyes que nos obliguen a vivir en la vida que deseamos,
pero sin ponernos de acuerdo en cuál y cómo. Exigimos todos mirando nuestro
ombligo, siguiendo a los pastores, queriendo ser obligados por imposiciones,
leyes y castigos, pero sin perder nuestra libertad, …….
Siempre me he preguntado, por qué nos cuesta tanto hacer lo correcto a nivel
individual, la Tierra nos da cuanto necesitamos, pero nosotros exigimos Más.
Queremos que la Tierra sea la casa que deseamos y necesitamos, para no
extinguirnos, pero hay que obligarnos: a mantenerla, limpiarla de nuestra
suciedad, respetarla, no destruir cuanto Ella hace por nuestro bienestar, usar
lo que nos provee con sentido común, y sobre todo no destrozarla y joderla
nosotros.
Pienso, que es como cuando nos vamos a vivir independientes, comemos en casa de
los padres, nos pagan los gastos, hemos conseguido ayudas sociales, les pedimos
cosas a los vecinos y los niños pasan el día con los abuelos y van al colegio
gratuito; mientras exigimos: tener el coche, una vivienda digna, vacaciones,
buenas carreteras y transporte público gratuito.
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