No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

Si tenéis que pagar para entrar en la página, no es la original. Como digo a la derecha es Gratuita y sin publicidad.
Yui Shin

domingo, 7 de octubre de 2018

LA ENFERMEDAD

          El entendimiento más común de la enfermedad es que es: “Un desequilibrio”.
          La mayoría de las veces, cuando algo no nos gusta o no es lo mejor para nosotros pensamos que es un desequilibrio. La policía piensa que el desequilibrio es un exceso de delincuencia y los delincuentes que hay un exceso de policía.
          Pensamos a veces, que la Tierra se ha desequilibrado y por eso tenemos más y nuevas enfermedades. La Tierra afortunadamente, no piensa que su desequilibrio es culpa nuestra, por lo que no crea más enfermedades que las que nosotros creamos en Ella.
          Tenemos satélites girando a su alrededor, que aporten información para conocerla. Cuando caen sobre Ella, la atmósfera los destruye, sin poder evitar que los materiales peligrosos, sean repartidos en su atmósfera y cuerpo por los vientos.
          Controlamos sus bosques, para encontrar cuál es el mejor lugar para cortar madera, extraer petróleo, minerales o pescar en sus océanos.
          Conocemos los lugares donde se almacena el armamento atómico disuasorio, lo experimentamos en sus entrañas, cambiando el núcleo, produciendo energías que modifican el movimiento de las placas continentales, destruimos los bosques donde habitan especies que desaparecen, los mares y ríos, las montañas y las raíces de cuanto sujetan sus tierras.
          Olvidados, de que los parásitos pueden crecer hasta el punto de destruir al portador, al cual matarán por necesitar más energía de la que produce el portador, creando su propia extinción. Solamente si pueden cambiar su alimentación, si pueden poner huevos o quedarse en una latencia, que les permita regresar de nuevo cuando un nuevo portador idóneo aparezca, regresarán hasta su extinción definitiva si continúan siendo parásitos.
          Pero este es el equilibrio de la Vida, de la Naturaleza, cuando la fuente que nutre una forma desaparece o es destruida, esta forma se modifica o desaparece.
          Nosotros buscamos el equilibrio que nos permita vivir sin enfermedad.
          Destruimos la Tierra, su salud, su capacidad de portarnos como parte de ella, y nos extraña que nuestras células ataquen el cuerpo al que pertenecen. Queremos ser el cáncer de la Tierra y librarnos de ser una de sus partes. Manifestando por tanto lo que Ella vive.
          Es la adaptación al medio, lo que crea un equilibrio en el que puede vivir cuanto existe en cada ahora. Cada individualidad establece una relación con las demás, que asegura la existencia de todas ellas.
          La Existencia es la manta que cubre todas las formas, si una se sale de su lugar, la manta no podrá tapar a todas, desapareciendo por tanto las que no sean cubiertas por ella, que perderán la existencia propia.
          Todo se procrea dependiendo del clima, de las condiciones, del alimento existente o sus previsiones, si una especie aumenta demasiado, su alimento disminuye y se estará autodestruyendo en la próxima generación.
          Este equilibrio ha desarrollado las defensas de la individualidad propia, el amor por las formas que crean el equilibrio que permite su existencia.
          Nosotros destruimos la Tierra a un ritmo que no puede regenerarse, matamos a quien quiere su libertad, no consentimos que nos quiten nuestros deseos o nuestros juguetes, nuestros derechos a poseer cuanto nos rodea.
          Destruimos nuestro cuerpo, al que no respetamos en su tamaño cercano más grande, que es nuestra Madre y su hijo la Tierra, enseñando que las células pueden atacar, destruir y no amar a quien dice proteger, creando un equilibrio llamado Cáncer.
          Creamos un agujero de ozono, una destrucción en las aguas, el aíre y la tierra que no parece que pueda ser regenerado, con lo que hemos creado el equilibrio llamado SIDA.
          Ahora pensamos, que cambiando la producción de energías, calefacción y transporte podemos regenerarla y creamos el equilibrio de los retrovirus y otros medicamentos, que mitigan los síntomas.
          La enfermedad que padecemos, equilibra la forma que somos, quedando por tanto desequilibrada la que pensamos ser.
          Estar hasta las narices y sin poder respirar, es un catarro simple. Pero a veces, no debería preocuparnos nuestro catarro, sino el que padecemos cuando somos Tierra.
          Porque la Tierra y nuestra Sociedad, padecen las enfermedades que nosotros creamos, pensando que somos algo fuera de ellas.



No hay comentarios:

Publicar un comentario