Escuchas y lees tantas explicaciones,
tantas excusas, del por qué son capaces de vivir y practicar la ignominia,
destruir a los demás.
          He tratado de explicármelo, de
entenderlo, de al menos encontrar qué lleva a tanta gente, a dejar de ser
personas, para abusar y violar de tantas maneras a los demás.
          Hacemos noticia de abusos y
violaciones machistas, que es correcto, pero que nos hacen no ver y olvidar,
cuantos abusos y violaciones cometemos a diario, con los demás, con nosotros y
con nuestro hogar la Tierra.
          Para evitarlo hacemos leyes de
discriminación positiva de protección a la mujer, que según qué situación y
tipo de abuso o violación es el débil.
          Pero nos pasan desapercibidas, la
infinidad de abusos y violaciones que padecemos los indefensos y débiles, continuamente
de poderes y los fuertes: físicos, económicamente o en cualquier aspecto, en el
que cualquier tipo de fuerza, abusa y o viola al débil.
          Como he contado en escritos anteriores,
principalmente, me siento abusado y violado por los Jueces de la Audiencia
Provincial de Palencia. Entre ellos probablemente la mitad fueron hombres y la
otra mitad mujeres.
          Ninguno de ellos, debería poder usar
ese nombre, que es el Protector, el defensor y quien establece la Justicia en
las relaciones humanas y sociales. Todos ellos han abusado y Violado la
Justicia, para poder hacerlo conmigo.
          Luego la condición sexual, no parece
ser un factor determinante.
          Desconozco sus vidas, pero imagino o
considero que han nacido en diferentes estatus sociales, familias diferentes en
su estructuración, forma de relacionarse y nivel económico.
          Son gente leída, con cultura al menos
son universitarios, que han aprendido y memorizado, buenas costumbres y
relación social humana.
          Ellos conocen la Ley, y sobre todo
deberían conocer la Justicia, que es su responsabilidad.
          En cambio, usan su poder, lo mismo que
mafiosos, sicarios de organizaciones criminales y grupos que se reúnen para
abusar desde el número, otros que justifican su condición de abusador y
violador por el sufrimiento que tuvo cuando niño.
          Hay tantas explicaciones, tantas
teorías de lo que nos lleva a perder nuestra condición de personas, de animales
racionales, nuestra humanidad. Que sólo cuando conocemos sus vidas, intentamos
justificar o condenar sus actos.
          Mi conclusión ha sido simple, me
faltan estudios para complicarme en devanarme el cerebro o la cabeza, para
llegar a conclusiones, que se perderán en nuevos actos, en otras
circunstancias, entre otras personas.
          Hay dos parámetros importantes y que
podrían determinar, hasta dónde puede llegar alguien, en sus abusos y
violaciones: Cobardía, como combustible, carencia o desconocimiento de la
existencia de Dignidad, como forma de vivir.
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