No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

Si tenéis que pagar para entrar en la página, no es la original. Como digo a la derecha es Gratuita y sin publicidad.
Yui Shin

sábado, 28 de mayo de 2022

INMORTAL

 Me he encontrado con este escrito publicado al enterarme de la muerte de Belinda.

“No puedes decir adiós a quien nunca se ha ido”.

          Buscando alguna traducción al inglés de mi Maestro, me he encontrado, que la persona que me traía los botecitos donde venían las películas antiguas, con nescafé, leche en polvo y azúcar, en las frías mañanas, aquella que recibió mi nota de: “Un verdadero amigo, es aquél que te ayuda a despertar”, podrá desayunar conmigo eternamente.

          Escuchando a Rosshi Sama, esa forma de hablar que no importaba si le entendías, te transmitía tranquilidad y alegría, inquietud y desazón, de saber que no importa cuánto sabes, todavía no entiendes todo, a pesar de todo, tu conocimiento es suficiente, yo te amo así, ámate tú también.


          
El entendimiento nos era transmitido por Belinda, que transmitía de sí misma todo cuanto era y una gran parte del Maestro, al traducir sus palabras. Me alegraría que la noticia estuviese equivocada, pero hay personas que siguen viviendo a la desaparición de su cuerpo, porque han permitido vivir a tanta gente, que son inmortales al vivir en cuanto esas personas pudieron entender del Maestro.

          Durante años, fue el paño de lágrimas de muchos, su refugio, su consuelo, a veces cuando no éramos capaces de entender al Maestro, ella daba palabras que permitían olvidar los pesares. Otras, era desde la traducción, desde su profundo entendimiento de lo que el Maestro transmitía y de su amor a la Vida.

          Con ella pude hablar en español, ella era la que ponía en palabras inglesas que pudiese entender, lo que el Maestro decía. Pero era algo más que hablar, era más que alguien que estaba simplemente en el templo. Era alegría, vivir con entrega, dedicada a los demás, siempre dispuesta a escucharte tus problemas, pocas veces te contaba o decía que ella los tuviese, a pesar de que a veces en el fondo de sus ojos podían apreciarse aires tormentosos, nublados.
          Pero no muere el Amor, el Conocimiento, la Entrega, la Amistad, cuando alguien te ha ayudado a estar, no en un buen o mal sitio, sino donde estás.

          Muchas personas pueden traducir las palabras, pero cuando alguien traduce al Maestro, solamente puede vivir en ti, por toda tu eternidad.

          Muchos años han pasado, pocas veces nos hemos comunicado, pero por mucho tiempo que pase, no podrás salir de mi ahora.

          Gracias.



martes, 24 de mayo de 2022

EL OLOR DE LA MEDITACIÓN

           Lo difícil cuando nos hablan es escuchar. Todos podemos oír, pero son pocos los que escuchan.

          Cuando un jardinero, dice que él simplemente pone semillas en el suelo y estas crecen. Cuando deseamos ser jardineros, ponemos semillas y crecen, pero es obvio incluso para nosotros, que no hemos sabido crear el jardín, la armonía entre las plantas y semillas que pusimos en un suelo, que no discrimina, pero que sólo puede ser usado lo que el suelo Es.

          El camino de ser jardinero, no es la frustración de no conseguir lo que el jardinero ha logrado y nos ha llevado a desear ser jardineros. Sino aprender de nuestros errores, aprender de los conocimientos y hacer del jardinero, que nos son revelados, pero que sólo son para que usemos nuestro entendimiento y capacidades, para crear el jardín que soñamos.

          Hay libros de Meditación, escritos hace miles de años. Libros escritos y leídos por personas que por medio de ella, encontraron el Ser, descubrieron el Amor y la Paz, que se sintieron Libres de un yo o sí mismo, sin por ello renunciar a serlo.

          Cuando nos sentamos (Independientemente de la posición en que meditemos), lo importante no es el cómo o el cuándo, ni el por qué o para qué. A pesar de que todos lo hacemos por conseguir lo que deseamos o buscamos, es precisamente eso lo que nos lleva al error, al laberinto o a encontrar aquello que buscábamos, y por tanto incluso la perdida del yo, es conseguida por quien medita, por quien siente que le molesta ese yo que ocupa demasiado espacio en su vida.

          A veces encontramos al Ser, del que hemos leído, hablado, soñado y ansiado. Pero sabiendo que Todo es Uno, seguimos en el conocimiento que habíamos sentado a meditar: “Todo es Uno”. Intentando permanecer en esa Unidad, sin perder la idea, conocimiento o consciencia, de que nos hemos unido con Ella.

          Me recuerda un anuncio de televisión, en el que hablan de ser tontos de narices, cuando un olor es constante, dejamos de percibirlo transcurrido un tiempo, por lo que dicen que: Nos volvemos tontos de narices.

          Leo a veces acerca de la Meditación, que si se practica se llega a la Iluminación, a silenciar la mente, a logros que nunca podríamos alcanzar por otro método.

          Convirtiéndola en una panacea, en un método de conseguir lo que soñamos y creemos imposible de alcanzar. Hemos sentado al yo, a nosotros a meditar para conseguir un sueño. Y pasado un tiempo, su olor es indetectable para quien ha puesto su culo encima de un cojín, independientemente de su limpieza o suciedad.

          He escrito en bastantes ocasiones, que al preguntarle a mi Maestro acerca de los logros al meditar, entre sus respuestas estaba: “Si el primer paso es equivocado, cuanto más caminas, más te alejas de donde quieres ir”.

          Cuando meditamos con el ansia o el propósito de encontrar algo, a veces lo encontramos. Hemos encontrado lo que buscaba quien está sentado.

          A veces, pensamos que el Maestro en la Meditación es innecesario. No seré yo quien lo contradiga. La prueba del algodón es, que el primero en meditar y encontrar el Ser, fueron los dioses de Swargá, los dioses que la mitología, que de alguna manera entendieron y alcanzaron la unión con el resto de Universos o dioses. Nadie había meditado antes y fueron ellos los que explicaron o mostraron en sus atributos, dados por nosotros, lo que habían alcanzado meditando.

          Ellos sólo pueden decirnos desde el camino que recorrieron, los errores que cometieron o vieron cometer. Ayudándonos a no caer en ellos.

          Pero somos nosotros cada uno quien tiene que tratar de preservar el Olor a Meditación, mientras sentamos el culo en el cojín, que nos llevará a realizar nuestros sueños. Pero que no permitirá que desaparezca el soñador, por mucho que hayamos perdido la capacidad de olerlo o percibirlo.

          Porque esa es la labor del Maestro, físico o Universal del Ser. No puede haber quién o qué exhale o huela el olor a Meditación, porque en Ella sólo hay Ser.

          Y es que a veces confundimos la Iluminación con ser tontos de narices.



domingo, 15 de mayo de 2022

SI TE DUELE, ….

          A veces, mi Maestro, cuando íbamos apesadumbrados por algo. Una enfermedad, una circunstancia, un dolor, unas noticias, su respuesta era de la mayor simpleza: “Córtate la cabeza, si te duele. Déjalo, abandónalo, los problemas solamente emergen en lo que tenemos”. Siendo esta mi traducción, sus palabras eran más directas, más simples, que hacían estallar nuestras mentes lógicas.

           ¿Qué clase de ignorante, de burro, de persona sin sentimientos puede decirme, que con este dolor inaguantable de cabeza que tengo, la solución es cortármela?

          Es increíble, que puedas pasarte años escuchando estas gilipolleces y seguir aguantándolo, sin que se te ocurra por supuesto probar los consejos.

          Publicó Lucía hace tiempo un comentario, no sé por qué, me han venido a la memoria estos consejos, que no recomiendo llevar a la práctica literalmente, pero sí escucharlos desde lo más profundo de nuestros corazones.

          “Comentando acerca de la existencia de un ego ínfimo. Cuando el ego transciende, el amor incondicional ocupa su lugar. Es pureza y consciencia, donde nada perturba tu equilibrio, tu paz. Aceptas todo, porque todo tiene su razón de ser, pero sin juzgarlo. Fluyes en respeto y consciencia. El sufrimiento deja de serlo, ya que sólo está en el ego. Todo pasa a Ser, sin más”.

           Aparentemente son dos comentarios inconexos, la burrez de mi Maestro, y una explicación acerca de la pérdida del ego, o al menos llegar cerca de conseguirlo.

          Tratamos de abandonar el ego que se apega a las cosas, por medio del desapego.

          Pero mientras exista un yo que trata de desapegarse, la opción de perder el ego es la de perder el yo, conservando el ego que no puede percibirse a sí mismo.

          Porque, la opción de que el Amor ocupe el lugar de algo, puede dejar el que nos perturbemos, puede llevarnos a la armonía, a dejar de sufrir, a que aceptemos lo que Es.

          Estamos siendo la cabeza donde reside el dolor, ese ego que ha sido trascendido por algo que hemos dejado de percibir, porque seguimos siendo el “yo”, que trasciende, se une, deja de sufrir o sigue sufriendo, seguimos siendo el que está en equilibrio y en paz con lo demás.

          Ese abandonar lo que tenemos y lo que somos, para que no exista un lugar donde algo pueda asentarse, es el Vacío donde Todo se manifiesta sin llegar a Ser, pues no puede haber algo que sea.

          No puede haber un dolor de cabeza donde no hay cabeza.

          Algo tan simple, como recordar que Shakyamuni dice que no hay algo que pueda ser llamado ego. Nuestro esfuerzo por trascenderlo, incluso el trascenderlo, es lo que le da existencia.

          Pero en Zen para saber que nunca ha existido, que nunca existirá algo llamado ego. Que realmente Todo cuanto existe es Vacío, primero hay que ser Todo, hay que trascender el ego y cabalgar en él durante vidas inconmensurables.

          Tenemos que aceptar dolores de cabeza durante muchas vidas, para encontrar que nunca hubo cabeza, donde un dolor inexistente pudiese existir.

Recuerdo que llegó una muchacha americana o alemana, no recuerdo bien. Salió a ver los alrededores de Bukkokuji, y se torció el pie. Cuando llorando fue al Maestro, este le dijo que el problema se solucionaría cortando el pie. Desesperada, enfadada, sintiendo rabia, comenzó a llorar inconsolablemente y me tocó hablar con ella. Quería marcharse a dormir a un hotel y regresar a casa. Mientras el Maestro buscaba la forma de aliviar el problema. Tras explicarle lo que había entendido, finalmente pasó varios meses con nosotros, y regresó a casa llorando al despedirse del Maestro.

A veces deberíamos agradecer ese ser imperfecto, que permite que pueda existir el ego, que deseamos cortar.



sábado, 14 de mayo de 2022

CABALGAR DEL VIENTO

           Hay una historia antigua que contaban los Maestros, creo que podría ser sufí o budista, pero desconozco su procedencia.

          Es referente a los discípulos, al menos es lo que yo entiendo, explicado con caballos de diferentes características y condiciones.

          Entre los caballos, hay unos pocos que conocen lo que quiere su jinete o la persona a la que llevan consigo. No necesitan voces, fusta, espuelas o castigo.

          Corren cuando es correcto, saltan cuando es correcto, trotan, galopan o paran cuando es correcto, cuando deben hacerlo, sin que nadie les diga nada, sólo desde el Silencio.

          Otros apenas necesitan la sombra de la fusta, para saber lo que tienen que hacer.

          Otros hay que fustigarlos. Otros hay que usar repetidamente las espuelas. Para no sólo que hagan lo correcto, sino que vayan en la dirección correcta que ellos mismos desean ir.

          Al final, el jinete, el Maestro que les enseña el arte de la equitación, no puede trotar, galopar, parar o saltar por ellos, no puede estar y saber cuándo es el momento correcto para que ellos lo hagan.

          Sólo conoce el mundo y sabe ver las piedras, los fosos y las trampas, tratando de enseñar al caballo a verlas y poder centrarse en su batalla, en su trabajo personal, porque el caballo va en la dirección correcta.

          Pero no puede enseñar lo que Él ve, sólo que la visión y lo que hace el caballo, vayan en la dirección y esfuerzo correctos.

          De alguna manera, cuando la leí o me la contaron, estaba en Japón, por lo que me la traducirían o la leería en inglés, y dentro de lo que entendí y me pudieron transmitir, me impresionó, que nos cueste tanto trabajo, lo que vemos que caballos usados en la guerra, donde se necesitan ambas manos para combatir. Caballos dedicados a la labranza, que frenan cuando encuentran una roca, para no partir el arado. O aquellos de danza o paseo, que vemos en la hípica, que saben hacer los pasos de baile de la música, sin que nadie los cabalgue.

          Me miraba a mí mismo, y me pregunté, cómo era posible que me costase tanto saber lo que soy: Zen.



sábado, 7 de mayo de 2022

AL PEDIR LIBERTAD

           Nos trae Brisa un post, que nos recuerda las causas y los efectos. Todo tiene un origen, todo tiene un caminar, y un resultado, en el que no se ha movido y podríamos incluso decir que: Una Causa y sus Consecuencias o Efecto, siempre han caminado juntas.

          Es: "Si rezas para que llueva, prepárate para ser alcanzado por un rayo".

Todo cambio trae consecuencias, seamos conscientes de nuestras peticiones o deseos para que no se vuelvan en contra nuestra..!! 

          Es el tener cuidado con lo que pedimos, pues si nos lo dan o nos lo niegan, siempre habrá unas consecuencias, un precio, algo necesario y posible acompañante de nuestra petición.

          Tenemos un amigo, y trae otros amigos, una familia, unas costumbres y manías.

          Tenemos pareja, y eso nos da unas condiciones que hay que respetar, porque nos hemos comprometido en una relación y sus promesas.

          Es algo, que tiene siempre muchas consecuencias, hay efectos que pueden controlar nuestras vidas y el Universo, sólo con una petición simple y sencilla, que parece incluso natural.

          Nuestras vidas, cruzan el sufrimiento. Se hunden en el mal. Nos rebelamos, contra: Guerras, falsedad, inhumanidad, guerras, malos tratos, el estar siempre pidiendo el esquivo Bien y recibiendo el Mal, como respuesta o compañía de nuestras vidas.

          La culpa es de Dios, que hizo y creó el Mal.

          Algo por lo que le abandonamos o negamos, por lo que le dejamos de amar, porque no podemos entender la razón, por la que nuestro Padre creó un Universo donde el Mal, camina Libremente, nos agobia, domina y a veces es el único camino que encontramos para conseguir lo que deseamos.

          La culpa obviamente es Suya, de Dios, que nos ha hecho Imperfectos y ha creado el deseo y esas cosas que nos arrastran a lo prohibido, que consideramos malo.

          Pero es la Consecuencia, algo inevitable ante nuestros ruegos y peticiones: “Quiero ser Libre, Amo la Libertad”.

          Cómo gozar de Libertad, si no tenemos posibilidad de elegir.

          Cómo gozar de Libertad, si sólo tenemos lo que Dios nos da.

          El sexto día, una vez que accedió a nuestra petición de gozar de Libertad, sólo podía retirarse, dándonos la Libertad de elegir entre los opuestos.

          A veces pedimos que llueva y otros que no llueva, al final es la lluvia la que cae libremente, gozando de su Libertad y no pensando en a quienes les gusta o no.

          Pero cuando llueve, puede hacerlo con tormenta y necesitar tener cuidado con los rayos.

          Hemos pedido Libertad, y nos ha sido concedida. Somos los responsables, de los efectos de nuestras decisiones. Dios en su profundo respeto, accedió a darnos lo que pedíamos, y desde entonces nunca ha roto su decisión.

          Parece que me he salido de la frase, pero es lo que veo en ella.

          Si Pedimos, se nos dará. Cuidemos y sepamos lo que pedimos, en su totalidad.



viernes, 6 de mayo de 2022

MIRANDO PIES

           Hace muchos años, que leí libros para aprender lo que dicen sobre el origen de la enfermedad.

          Obviamente no son libros de medicina tradicional occidental, que es una asignatura demasiado compleja para una persona sin estudios. Conocer anatomía, virus, síntomas y medicinas que actúan químicamente con nuestro cuerpo, hubiese sido imposible para mí.

          Lo que trataba era simplemente conocer, cómo ver en los pies el origen de los conflictos de salud y del alma, de las personas que creían que podía ayudarlas, con los masajes en los pies que había aprendido, que había comprobado en mí y en algunas personas, en las prácticas realizada en Malasia y Singapur en el Instituto que me había enseñado, que sí tenían efectos beneficiosos como resultado.

          La enseñanza en la cultura china, no es igual que occidente. Una de las explicaciones recibidas de mi Profesora, es que explicaba en chino los diagnósticos a las personas que yo daba masajes, porque yo sabría lo que hacer transcurridos diez años, donde no tendría que hacerle las preguntas que le estaba haciendo.

          Me sentí mal, pero lo acepté. Seguí con mis prácticas, haciendo lo que me decía el dibujo de los pies escrito y con marcas en colores que me daban para cada paciente, donde la Profesora marcaba el tratamiento y forma de aplicar el masaje.

          Leí libros como digo, pero principalmente fue los autoconocimientos de haber practicado con mis pies y mis problemas, lo que realmente marcó la dirección, junto con mi entender de lo que es la Vida con mayúscula.

          El creer que somos una Individualidad en todos nuestros componentes, que formamos una Individualidad social y Universal. Que mente, cuerpo y espíritu manifiestan lo que somos, y la manifestación de nuestro Ser no es diferente en uno que en otro, fue donde se aglutinó lo que leía en los libros.

          Hay dos lecturas que me ayudaron, y que tratando diferentes personas, pasados los años llegué a un entendimiento que era fruto de mi entendimiento y responsabilidad, no es científico, no es algo que pueda decir si es cierto o está equivocado, pero que sí ayudó a cambiar sus problemas a varias personas.

          Uno fue la depresión, coincidió en el tiempo el tener varias personas con estos síntomas, unos graves, otros simplemente faltas del deseo de vivir.

          Todas eran personas idealistas, todas eran personas que veían una vida mejor que la que vivimos, pero que no hacían nada o poco para cambiarla en sí mismos, sino que trataban de hacerlo cambiando a los demás o que fuesen los demás los que lo hiciesen.

          Al final la mayoría aprendió a amarse y respetarse, mejorando sus vidas no porque cambiasen, sino por disfrutarlas y aceptarlas, como sus creadores.

          Otro de los problemas que me vino, fueron principalmente personas que bebían demasiado, creo que no tuve drogadictos que considero necesitan personas que lo hayan vivido y aprendido directamente el camino que lleva a ellas.

          Pero las explicaciones del origen que lleva a la drogadicción y qué se elige teniendo oportunidad de elegir, según lo que origina su necesidad, me sirvió para encontrar mis explicaciones para esas personas, tratando de que decidiesen realmente amarse y respetarse a sí mismos, que es el camino que he tratado de usar en todos los males, por ser el que creo que debe llevarnos a ser los responsables de nuestra Humanización.

          La mayoría, por no decir todas las drogadicciones, nacen de la falta de aceptación de nuestra responsabilidad y necesidad de esfuerzo y sacrificio por aprender a vivir y hacer algo que nos dé tranquilidad con lo creado con lo que la Vida nos ofrece cada ahora.

          Culpamos a los demás o tratamos de callar nuestra conciencia, adormeciendo o anulando nuestra responsabilidad al pensar o sentir. En general son personas que son idealistas o que quieren encontrar una vida con menos problemas y dificultades.

          Por lo que encuentran en la culpabilización de los demás, el escape para convertirse en gente, que en su decepción consigo mismo, los lleva a buscar caminos fáciles, o que ven fáciles al estar drogados e incapaces de ser responsables de sí mismos o lo que crean con sus vidas.

          Cuando hablo de drogadicciones, hablo de todas ellas, incluso la de ayudar a los demás para no ver o necesitar enfrentarnos a nuestros problemas, o la de trabajar por no regresar a casa, o estar tranquilos para vernos.

          Han sido muchas personas las que vinieron, todavía vienen algunas a pesar de mi jubilación, porque alguien les ha hablado de mí y tienen problemas que no les resuelven los médicos.

          Mi receta siempre fue la misma: la solución es no crear el conflicto. Para no crearlo hay que saber lo que nos tragamos, masticarlo correctamente, cagar lo que no asimilamos y lavarnos con agua que expulsamos en cuanto ha terminado el ciclo de limpieza.

          La conclusión es usar los problemas para aprender, dejando por tanto de ser problemas.

          La curación: Amarnos y respetarnos, amando y respetando la Vida.

 

miércoles, 4 de mayo de 2022

EL JUNKO

          Se dice que la Ignorancia es un motor que lleva a la intrepidez, que muchas veces nos atrevemos a todo, no por valor o saber lo que hacemos, sino por la ignorancia con la que nos manifestamos.

          Hay un Maestro llamado Phillip Kapleau, un Maestro Zen americano, que escribió un libro titulado: “Los Tres Pilares del Zen”.

          Una de las historias que cuenta, es de un monje japonés que se mantuvo varias noches despierto, aguantando las noches en vela tras él. Porque él había decidido practicar entregándose al máximo.

          El joven japonés fue mi Maestro, que estuvo las noches que Kapleau decidió practicar. Portando el kyosaku, durante toda la noche y golpeándole cuando se adormecía, su mente se distraía o el dolor le impedía concentrarse.

          En el libro, le recuerda con eterna gratitud por el sacrificio y esfuerzo que mi Maestro hizo para ayudarle.

          Probablemente el americano del que hablaba en el escrito anterior, nunca leyó el libro, o su Maestro tenía unos principios diferentes al Zen que se ha practicado durante siglos, o quizás era un meditador solitario y en su casa, que habiendo encontrado la Iluminación, no podía permitir que alguien le golpease, creyendo que le estaba ayudando.

          A veces cuando no se sabe algo, hay que tener cuidado con las opiniones que expresamos, porque podemos hacer más daño al Zen o a otra práctica, que beneficio. Porque con nuestra opinión, sincera o no, pero equivocada, estamos confundiendo a personas que desean practicar y que les hemos equivocado, con nuestra opinión no contrastada.

          Somos libres de opinar como queramos, pero dañar algo que trata de sacar lo mejor de nosotros, debería enseñarnos o llevarnos, a reconocer nuestra ignorancia sobre ese tema, incluso manteniendo nuestra opinión.

          Estamos equivocados en tantas cosas, que no vale la pena tratar de corregir todo lo que creemos equivocado, porque a veces somos nosotros los que lo estamos.

          Pero cuando el daño se le hace a una práctica, sea la que sea, que trata de llevarnos a experimentar nuestro Ser, ese Ser que es Universal y Absoluto, es difícil que el callar sea lo mejor o lo más correcto. Cuando menos hay que señalar la Ignorancia de la opinión equivocada, no por no estar de acuerdo, sino porque el daño que se le hace, al sacrificio de muchas personas durante siglos, está siendo insultado y desprestigiado.

          Kapleau era americano, había sido periodista en los tribunales de Nuremberg, estuvo practicando en Japón, en Hosshinji donde coincidió con mi Maestro, y fue golpeado duramente por ese joven japonés a quien le guardó eterna gratitud por su ayuda.

          Yo conocí a discípulos de Kapleau en Bukkokuji, donde les mandaba a estar un tiempo con mi Maestro, cuando querían practicar en Japón.

          Todos ellos contaban que en su Centro, Kapleau, les hablaba con bastante frecuencia de mi Maestro y de la gratitud que le debía, por la ayuda que le prestó.




lunes, 2 de mayo de 2022

LLAMANDO A LA PUERTA

          A veces la importancia de escribir u opinar de algo, está en haberlo vivido o al menos conocido personalmente.

          Julio Verne escribió sobre viajes a la Luna y sobre el interior de la Tierra, por conocimientos, lecturas o imaginación. Pero es difícil que pudiese escribir sobre lo que influiría en la sociedad, algo que no había experimentado o se creía posible.

          Llegue a Japón, sin apenas conocer el Zen. Lo conocía por libros, por conversaciones, pero nunca lo había visto frente a mí. Una de mis primeras experiencias fue en un Templo Rinzai de Kamakura, donde entre en contacto con el Zen, viendo directamente su cara, oculta por tanto koan y sueños e imaginaciones, derivadas de mi vida y lecturas.

          Tras esperar cerca de una semana, que el Maestro de Meditación de los principiantes, regresara del hospital donde estaba en parte por su avanzada edad, pude hablar con Él, para asistir a un zazen-kai de fin de semana.

          Al no hablar japonés, llamó a una chica que hablaba inglés, para traducir. Me senté en el suelo y cuando me explicaba la postura, lo intenté, pero no podía cruzar las piernas, y me caía para atrás si no me agarraba las rodillas con las manos.

          Me preguntó si quería probar y dije que sí.

          Nos sentamos todo el grupo y a mi lado estaba un americano que practicaba zen en Estados Unidos. Habíamos hablado antes y cuando le dije que nunca había meditado en España, que apenas conocía el Yoga, más que por libros y que apenas había estado con algún monje budista en India y Ceilán, su mirada no necesitó que me explicara nada.

          Comenzaron las sesiones de Meditación, y no podía aguantar los dolores durante todo el periodo, por lo que me movía y el junko, o monje que porta el kyosaku, con el que te golpean en la espalda para romper las tensiones o despertarte si es que puedes dormirte en esa postura, me tuvo que golpear con cierta frecuencia desde el principio.

          El americano, que se podía sentar más cómodamente, comenzó a dormirse al llegar la noche, por lo que le golpearon dos veces casi seguidas. Se levantó y se marchó, sin que nadie le dijese nada, era libre para estar o marcharse.

          El domingo, al terminar las sesiones, me dijeron que podía irme al templo donde me alojaba esperando al Maestro. El Maestro del Templo, podía hablar durante horas o un minuto, pero en ese tiempo no podías moverte, sentado en seiza, que es sobre los talones, como suelen sentarse los niños.

          Al monje del templo donde me alojaba, el Maestro le dijo que no tenía problema en admitirme, que le había impresionado que permaneciese todo el tiempo, pero que no estaba preparado para aguantar la vida en el templo. No podía sentarme en la posición, no podía estar más de unos minutos en seiza, no sabía japonés, él no sabía inglés, no entendía ni conocía las costumbres y vida en los templos zen, y era mejor que comenzara y aprendiese algo, en un lugar menos estricto.

          Muchas veces he pedido por favor que me golpeasen, porque mis fuerzas flaqueaban, muchas veces me han ayudado a superar el sueño, el sopor o distracciones mentales, gracias al servicio del junko.

          Creemos que es un castigo por debilidad, cuando su uso es un recordatorio y una ayuda para que no te olvides de tu compromiso para encontrar la Verdad y la Iluminación. Algo que cada uno decidimos por nosotros mismos. Que el compromiso es con nosotros, no con un Maestro o con los demás discípulos. Si quiere permanecer realmente en la práctica del zen, debes ayudar a los demás que no olviden su fortaleza y compromiso, y permitir y aceptar que ellos lo hagan contigo.

          Un Centro donde se busca la Iluminación, no es un hotel, ni unas vacaciones, ni un lugar donde vamos a experimentar cosas nuevas, tampoco es un trabajo, por lo que cuando decidimos pedir ayuda para conseguirlo con la fuerza del grupo, hay que aceptar costumbres probadas durante siglos, aunque no las entendamos.

          Porque si de verdad somos honrados en nuestra práctica, llegaremos a entender y agradecer la ayuda recibida.

          En occidente acostumbrados a ser individuales y autosuficientes, nos compramos el piso, nos hacemos la comida y nos creamos nuestro trabajo, para no necesitar a nadie, por lo que no tenemos que agradecer ayuda de quien hace ladrillos, ni de quien crea un puesto de trabajo, usamos lo que hay sin necesidad de agradecer en nuestra autosuficiencia.

          Me han hecho cardenales, he sangrado, tras años de práctica entendí cuánto tenía que agradecer el esfuerzo de mis compañeros, que un Maestro creyese que podía sacar algo de mí que me hiciese sentir bien conmigo mismo.

          Años de esfuerzo, me permitieron sentarme en el loto completo sin usar las manos, me permitieron estar en seiza por horas, cuando durante años me costaba ponerme de pie al levantarme y caminar.

          Hay quien mira y juzga, sin conocer, porque en occidente entendemos que quien nos golpea no es el que nos enseña. Pero es lo que aprendemos de los golpes lo importante, y nuestra responsabilidad.

          Hay golpes que nos da la Vida por amor, y los que recibimos por otros egos en el nuestro. El Maestro es el espejo donde ver la Vida que somos, no un maltratador o abusador.

          Pero es más fácil ser borracho, que solucionar los problemas en la Vida, como podemos ver desgraciadamente a nuestro alrededor. Que tras una buena ingestión, sentimos que no importan las circunstancia: No pasa nada, que suele ser la frase favorita del borracho.



PRINCIPIOS Y CONCEPTOS

         Desde que aparecimos en el Paraíso, hemos sido guiados con: Principios, Leyes, Ética, Gratitud y sobre todo la Unidad.

          Animales, plantas, nosotros y Dios, teníamos nuestras responsabilidades y funciones definidas en el Paraíso. Pero sobre todo estaba respetar lo que nos alimentaba: El Amor a los demás, a los que le debíamos dar nombre, porque no es lo mismo comer algo, que conocer a quien nos está alimentando, porque le hemos dado un nombre.

          Son las reglas de protección entre los miembros del grupo, de los pueblos y de las naciones.

          Las reglas de convivencia, lo que permiten que podamos enfrentarnos con el entorno hostil que habíamos elegido para desarrollarnos como seres humanos, que pudiesen expresar y dar Vida a su Creador.

          Nacen las reglas de convivencia, las leyes, los principios, que dan origen a la ética, a las reglas de los caballeros y los samuráis, al respeto por un origen común, y que van señalando el camino que vamos creando para caminar hacia nuestra humanidad.

          Pero nuestras costumbres, el bien y el mal en nuestras vidas, la forma de relacionarnos, dependen de esos principios y Conceptos, de lo que es la convivencia, nuestra relación con esa Unidad de la que formamos parte, marca, nuestra relación social y con el entorno.

          Es algo que es automático, reaccionamos y pensamos, guiados por esos principios y Conceptos, antes que por la Ley, que es por miedo o por los castigos aplicados a quien la incumple.

          Cuando creamos las religiones y nuestros dioses, son estos Principios y Conceptos, los que crean nuestra relación con ellos: Amor, miedo, que nos permite ceder nuestras responsabilidades sobre nuestra vida y sociedad, nuestro bienestar y nuestra salud, nuestras penas y sufrimiento y la felicidad soñada. O bien nos permite contemplar una Unidad Universal, en la que reine la Humanidad.

          La Ley impone sacrificios, de animales, plantas y humanos, para apaciguar la ira de los dioses, para conseguir que nos ayuden en prosperidad, poder y salud.

          Hay que destruir a los enemigos, con la ayuda de nuestros dioses, comernos sus cuerpos para conseguir el poder que tenían. Por lo que debemos hacer sacrificios u ofrendas, si somos victoriosos, o nos robarán a nuestros dioses si somos vencidos y perdemos su favor.

          Vienen los principios éticos, creando caballeros que deberían ayudar al débil. Que sirven a poderosos que dicen ser protegidos por los dioses, que se sirven de los débiles para agrandar su poder.

          Pero en la delegación de nuestras responsabilidades, haciendo culpable al dios de turno o al poderoso al que seguíamos, nuestra dejadez y falta de autoestima, al haber renunciado a nuestra Dignidad y nuestra Libertad, al delegar y olvidar nuestra responsabilidad de estudiantes de ser humano. Culpando al que obedecíamos, sólo nos hemos dedicado a cambiar al pastor, al amo, al que decide sobre nuestras almas.

          Olvidados de los Principios y de los Conceptos, nos hemos perdido en conseguir lo que deseamos hacer o tener. Usando la razón, la falsedad y la negación de que exista una Humanidad en nosotros, de que exista un Dios que simboliza el Concepto de Absoluto de la Vida que manifestamos.

          Hemos negado la religión, incapaces de mantener viva la Religión en nosotros. Hemos negado los Conceptos, para adaptarlos a nuestros deseos y conveniencias, cambiando su significado y mensaje en los diccionarios.

          Hemos negado las enseñanzas de los Maestros, porque seguimos lo que nosotros hemos escrito que dijeron, porque hemos decidido seguir a quien dice lo que enseñaban.

          Hemos olvidado, que somos esos Conceptos y Principios, que creamos en el Paraíso, y al que no regresaremos hasta que les demos vida de nuevo, siendo cada uno el responsable de mantenerlos vivos en sí mismo.

          Porque es lo que tenemos dentro de nuestro Ser, lo que crea nuestras acciones, nuestras sociedades y donde debe descansar la Convivencia de una Humanidad Universal.



domingo, 1 de mayo de 2022

SIGUIENDO LAS FRASES

          Qué difícil es a veces entender las frases de los Maestro.

          En algún momento, y en alguna ocasión, por las circunstancias o por quienes escuchaban, que sería parte de los asistentes, dijeron algo acerca de adorar a Dios o los dioses.

          A veces por ver que alguien o una sociedad, seguía la letra de las enseñanzas, o que las acogía como única Verdad.

          Sabiendo que entre Dios y la Creación que lo ha Creado, no hay separación, que no es la Letra lo que le da Forma y Espíritu a Dios, sino lo que nosotros manifestamos en nuestro vivir, nuestro hacer, nuestro pensar, nuestra relación con lo que somos: Universo, Única Manifestación del Dios que hemos Creado.

          Por eso nos dicen que siendo su Manifestación fuera, es un error buscarla exteriormente, porque la búsqueda es encontramos a nosotros en el Interior de la Manifestación.

          Siendo Arriba como como Abajo, buscamos al Dios que somos, en el interior de nuestra manifestación física, en el corazón que es la Casa del Espíritu Divino, de nuestro Ser. Por ser donde se guardan los Sentimientos de Amor, que siente el Espíritu.

          Dios es en realidad tan físico y Puro, como seamos capaces de manifestarlo en nosotros mismos. Pero su Concepto, su Naturaleza no dependen de ello.

          Porque Dios y la Religión, no son la Letra, sino nuestra manifestación, nuestro vivir. Ellos independientemente de nosotros, seguirán existiendo, porque Dios es Todo, y cuando hay cosas, hay todo, cuando no hay es Todo lo que hay.

          La Religión nace de la relación de las partes, que pueden escribirse, reflejando un momento, una situación y un deseo de llegar donde hemos establecido nuestra meta como seres Humanos, la Humanización del Universo, siendo Uno.

          Un Maestro dijo que si vemos a Buda debemos matarle. Obviamente el Buda que vemos es un Buda fuera de nuestro corazón, es un Buda que no nos tiene en Él. La culpa no es de Buda, sino nuestra por haberle negado, por haberle expulsado de nuestro ser.

          Por eso debemos matar a ese buda, pero no a Él, sino a nuestra Ignorancia que nos mantiene fuera de Él.

          En el Todo de Buda o Dios, no sólo estamos los que llamamos humanos, ni los animales que usamos de mascotas o nos gustan, o las plantas, o las constelaciones. En el Todo se incluye objetos animados e inanimados, bellos y asquerosos, bonitos y feos, buenos y malos, que nos gustan o que odiamos. Por eso es tan difícil que nazca Dios o Buda.

          Es quizás por ello que los Maestros, nos llevan a un lado y otro con sus frases, tratando de que al pararse el péndulo, lo haga en el sitio correcto: En Dios, en Buda, en la Vida, en el Ser.

          La Vida es Una, pero nuestro vivir es individual.

          Dios es Absoluto, pero tiene que nacer en cada uno del Infinito Todo.

          Siempre hay que tener en cuenta que somos su letra, pero que tenemos que ser responsables de cómo se manifiestan la Totalidad de los Universos.

          Nuestra importancia, es que: sin nosotros, cada uno de nosotros, de nuestras células o átomos, Dios sería diferente, no existiría para nosotros si no existimos en la Dualidad.

          Shakyamuni dice que Buda existe porque existimos nosotros, y que nosotros lo hacemos porque existe Buda.

          Cualquier célula de nuestro cuerpo, puede hacerlo desaparecer. Cualquier pensamiento, puede hacer que no vivamos realmente. Pero ninguno de ellos existiría sin nuestro cuerpo. La existencia de uno, no es posible sin los otros.

          A veces los Maestro, tienen que obligarnos a pensar, porque en su Amor, no pueden dejarnos seguir siendo ciegos, que quieren ir solos al lugar que le ha gustado a alguien y no podrán encontrar o ver.

          Dios, el Cielo, el Nirvana, Buda, el Diablo, el Infierno, son cosas que hemos creado en nuestro corazón, y por tanto es lo que es nuestro vivir, y la Vida que manifestamos. No existen, pero no son sueño. Son Reales, pero si les damos vida en nosotros.