No pretendo molestaros

Al parecer, algunas personas se sienten ofendidas porque no las agrego a mi foro. No tengo, ni pertenezco a ninguno, simplemente escribo y lo publico en abierto, para que libremente pueda ser leído o comentado por las personas que lo deseen. Suelo comentar las páginas que me lo permiten y les parezca bien, de las personas que me añaden a su foro. Suele ser lo que siento al ver lo que han publicado, intentando dar una visión diferente, desde la que ha sido escrito. Lo que os agradezco.

Si tenéis que pagar para entrar en la página, no es la original. Como digo a la derecha es Gratuita y sin publicidad.
Yui Shin

miércoles, 30 de septiembre de 2020

SOY CREYENTE


          Es curioso que nunca he encontrado a alguien que no lo fuese. Algunos incluso, piensan que en estar seguros de que no creen en nada, les excluye de serlo, por creer que están seguros de algo.

          Bautizado, asistiendo regularmente a misa, con clases de religión católica, primera comunión, Acción Católica y el aprendizaje del catolicismo como única religión verdadera, pasó mi infancia y juventud.

          Leí vida de santos, pasajes de la Biblia y acerca de la vida de Jesús y sus apóstoles.

          Es lo que había, lo que hacíamos una mayoría de niños, aprendiendo de las creencias nacionales y de nuestros padres.

          Mis preguntas acerca de los porqués, comenzaron siendo niño de unos 11 o 12 años, a profesores, curas y mis padres. La mayoría de las explicaciones venían de amigos mayores y gente mayor que en general se reía de la religión y sus mentiras.

          Afortunadamente o desgraciadamente me hice mayor con el paso de los años, tratando de hacerme adulto antes que viejo. Por lo que no recuerdo cuándo comenzó el momento en el que me hice responsable, del entendimiento de lo que me habían explicado y leído.

          Como escribí hace años, la seguridad de mi entendimiento comenzó en una isla de las Whitsunday, en la Gran Barrera de Coral, frente a Brisban en Australia. Apenas 400 0 500 metros cuadrados de tierra rodeados de océano sin que se divisase más tierra alrededor.

          Leyendo el Nuevo Testamento en inglés, que había cogido creyendo que era un diccionario de inglés. Una confusión que me permitió tener algo que leer en la soledad de estar conmigo en medio del océano durante una semana aproximadamente.

          Recordé, que Dios fue encontrado, mirando lo que nos rodeaba. Que aprendimos a verlo en cuanto nos ayudaba a vivir o bien en lo que nos asustaba o impresionaba: “Viento, tormentas, ríos, bosques, campos, siega, amor, guerra”, incluso temíamos tanto sus aspectos negativos, que creamos su personalidad negativa que le dimos el nombre de: “Demonios, espíritus malignos, ira de Dios”.

          Encontramos a Dios en las familias, en la tribu, y familiarmente le dimos un nombre personal, como a cualquiera de nuestros hijos. Pues nuestras vidas dependían de nuestros padres, de nuestros hijos, de la tribu, pero las vidas de todos dependían de la lluvia, del sol, de los cataclismos, de los bosques, de que hubiese animales y frutas que comer. Pero en la oscuridad, dependíamos de la Luna y las estrellas para encontrar el camino de regreso a casa.

          Comprendimos que la Vida que manifestábamos, era dependiente y formaba un Todo con cuanto nos rodeaba. Que no había una Vida que pudiésemos separar de nuestro vivir, de nuestra subsistencia en las condiciones y diferentes manifestaciones de Vida que nos rodeaban y compartían el espacio con nosotros.

          Pero los filósofos buscaron las explicaciones y el enseñarnos lo que significaba esta interrelación, que alguien miles de años después, definió como: “Así es arriba como abajo”, “No hay diferencias entre lo divino y lo humano, entre el espíritu y la materia”, porque a pesar de que expresan y manifiestan en su aspecto y su vivir algo aparentemente diferente, es la misma Vida, que es Única.

          A este Todo se le llamó Dios, porque fue el nombre que se eligió, sin otro significado o connotación de que serviría para saber que hablábamos de todo, que recordábamos que todo cuanto formábamos el Universo, estábamos incluidos en Él, en su Nombre, ese nombre que habíamos elegido para nuestra Hermandad.

          Hermandad que incluía: sólidos, líquidos, gases, energías, espíritus, deshechos putrefactos, floraciones, frutos, vida y muerte.

          No hay religión que no sea verdadera. No hay algo que no sea Dios. Pero no encontraremos un Dios que pueda ser como deseamos, como le definimos, como alguien nos dice, porque la Única Cara de Dios, es la que nosotros manifestamos, la que nosotros creamos y la que nosotros mostramos como individualidad.

          Soy Creyente, incluso en mis dudas. Soy Creyente a pesar de no tener Dios. Soy Creyente, porque a pesar de todo, creo en Ser y que Todo es lo que yo veo, lo que yo creo con cuanto me rodea, porque eso es la manifestación de lo que soy, mi Ser.



domingo, 27 de septiembre de 2020

ZEN


           Shakyamuni nace en la nobleza, en un cielo carente de necesidades y sufrimiento. A su alrededor están los dioses del hinduismo, con un Brahma que crea y destruye los Universos al respirar, que tiene dioses que protegen y castigan, necesitados de ritos y sacrificios, pero que a pesar de todo no pueden evitar el sufrimiento del hombre, de la vida que se manifiesta en Mara.

          Shakyamuni renuncia a todo para encontrar en sí mismo, una salida del sufrimiento. Pero solamente cuando abandona y desaparece el sí-mismo, logra encontrar esa salida y un porqué a ese sufrimiento.

          A su muerte, con lo que ha explicado durante cuarenta años, se crea el budismo, que no se ponen los eruditos de acuerdo si es religión o filosofía.

          Aparentemente para ser religión, tiene que existir un Dios supremo y creador de cuanto es manifestado en el Universo. Y que por tanto tiene poder sobre Él, pues para crear tiene que dejar de ser una Potencialidad del Universo en su Unidad, para convertirlo en una Entidad con voluntad propia y necesidad de ser amado.

          Al igual que en esas religiones, creadas cuando, dios es convertido en Creador de Todo, olvidando al percibido por el hombre en todo cuanto nos rodea, al que le dimos nombre.

          Las enseñanzas que conllevan esas religiones son palabra de Dios mismo, transmitidas a hombres que no se expresan por sí mismos, sino que es Dios quien habla por sus bocas.

          Lo escrito en budismo no difiere excesivamente de esas enseñanzas, principalmente del hinduismo.

          Pero es el propio Shakyamuni, que ha enseñado acerca del Nirvana, las Marcas que aparecen cuando se manifiesta Buda, y que sólo hay Un Buda cuya Naturaleza está en Todo y cada uno de los innumerables Universos, el que nos dice en los Sutras que recogen sus enseñanzas que no irá al Nirvana o que no hay Nirvana donde ir, que Buda no tiene marcas de serlo, que no se tiene una Naturaleza que te convierta en Buda.

          Cuando Dogen nos dice que hay que “despojarse o arrojar cuerpo y mente”, en la práctica de Zen, responde que no hay nada que conseguir o aprender con ello.

          Cuando nos recuerda Shakyamuni que todo es Vacío en su Naturaleza, los Maestros nos dicen que: “Si hemos desayunado que nos dediquemos a limpiar los utensilios usados”, que, si estamos exhaustos de tanto caminar o hemos subido a la cima del poste, que demos un paso más.

          Que, tras dedicar nuestras vidas a conseguir la Naturaleza y Mente de Buda, de alcanzar la Iluminación, debemos regresar al mercado a satisfacer nuestras necesidades, sin montar el búfalo domesticado y sin tan siquiera permitir que aparezcan trazas de él en nuestra presencia. Que toda la Gran Mente, la Mente de Buda es la mente ordinaria de cada día de mercado.

          Al final lo único que nos dejan claro los Maestros Zen es que son unos ignorantes, que no solamente no son religiosos, que su budismo no es que no sea una religión, sino que es algo ininteligible y absurdo.

          Por supuesto Buda no nos creó, eso es lo único que me han dejado claro. Que al igual que el dios del río, de los bosques, del viento y demás, hay un Buda en cada Universo, que se manifiesta según las condiciones y Naturaleza de ese Universo. Que, no es una religión que nos diga cómo hay que verle, a pesar de haberlo descrito con todo detalle. Que, si le encuentras en algún lugar, incluso si le ves o crees que has conseguido iluminarte encontrando su Naturaleza en ti, que es un Buda que debemos destruir, olvidar o incluso asesinarle.

          Al final me recuerda a aquello hombres que indefensos, daban gracias por cuanto les permitía vivir cada minuto de sus días, y que pensaban que en su corazón todo era un mismo Universo, un mismo Todo y que por tanto había un templo donde podía vivir Dios en cada individualidad.

          Como le conocían por el dios: Visnú, Brahma, Ra, y un sinfín de nombres, Shakyamuni le llamó Buda, dejándole sin Creación y sin Nirvana, pues le condenó a vivir en cada individualidad de los infinitos universos, si era aceptado y Su Naturaleza era manifestada por la individualidad portadora.

          Los Maestros nos recuerdan que para dejar el Sufrimiento, hay que dejar en blanco la mente, que hay que convertirse en vacío, o que hay que montar un búfalo salvaje.

          Pero riéndose, hablan de que no hay un yo que pueda hacerlo y que no hay un búfalo salvaje para quien quiere desayunar en el mercado, que lo único razonable y de sentido común es caminar hasta el mercado por muy lejos que esté y limpiar cuanto hemos usado para desayunar.



viernes, 25 de septiembre de 2020

EL DIOS CREADO


           Alguien recibió un coche de regalo. Le gustaba tanto que le cuidaba y limpiaba continuamente. Incluso si sólo había cobijo para uno de los dos, dormía a la intemperie.

          No conociendo su utilidad, no deseando que se estropease, cuando viajaba, le llevaba cubierto con una funda y le empujaba o tiraba de él, deseando que siempre pudiese conservarse inmaculado y perfecto en su funcionamiento.

          En su fuero interno sabía que no sabía cómo funcionaba, que no sabía que podía moverse por sí mismo e incluso, llevarle mucho más rápido a donde quería llegar.

          Todos hablaban del coche, miraban bajo el motor, el maletero, por dentro y por fuera, veían el movimiento de las ruedas al girar el volante y que se negaba a ser movido al apretar un pedal o subir una palanca.

          Trataban de explicar quién le habría creado o cómo sería, pero las explicaciones nunca llegaron a definir al coche, sus estudios nunca llegaron a descubrir su utilidad, pasaron las generaciones que iban heredando al coche, y a pesar de sus estudios, el coche sólo servía para ser limpiado, empujado o sentarse en su interior a pensar y sentir la paz que había en su interior, pues todos callaban admirados al estar en su presencia.

          De alguna manera, cuando el hombre es traído de las estrellas o es el resultado de la evolución de una bacteria o de un pez, o quizás es un mono curioso que caminaba sobre dos piernas, porque sentía asco de comer con las manos sucias.

          Lo que sí sabía era que tenía que comer, esconderse o correr más rápido que los otros animales, para poder despertar cuando salía la luz y podía ver.

          El poder comer, el poder beber el agua de los manantiales y ríos, porque la del mar le ponía malo y no le sabía bien, el poder respirar sin saber que había oxígeno en el aíre que le rodeaba, la haría sentir gratitud por poder hacerlo.

          Un día que no encontraba qué comer, agua o había subido demasiado al monte o se acercó demasiado a un volcán, vio que el seguir viviendo dependía de todas esas cosas que le rodeaban.

          Viendo los cataclismos, que si llovía poco había poca comida y si llovía demasiado arrasaba la comida e inundaba las cuevas. Que el viento, si había mucho arrancaba los árboles o podía despeñarte por un acantilado. Que si estaba muy nublado o con niebla no veías y si había demasiado sol te deslumbraba o quemaba. Que en invierno si había caído un rayo y tenías fuego conservabas el calor y podías llegar a la primavera y que si el fuego era demasiado grande quemaba los bosques, con animales y comida, incluso a ellos.

          Un día pensaría que todos dependíamos de los demás, no sólo de los de la misma especie, sino de cuanto compartía la Tierra con nosotros, donde se incluiría el Sol y la Luna.

          El llegar a la conclusión, de que esa dependencia era aun mayor y que todo el Universo depende de cada una de las individualidades para Ser Universo como Es, debió de ser cuestión de tiempo.

          El llamar a las partes individualidad, y su unión en una sola individualidad Todo, es cuestión de encontrar formas de entendernos al hablar.

          Pero lo natural en sus construcciones, era, que se aportaban individualidades para formar un todo. En cambio, en los bosques donde encontraban su alimento, eran un todo donde crecían las individualidades.

          Veían llover y cómo los ríos repletos de agua, la llevaban al mar, pensando si algún día el mar sería tan grande que no quedaría tierra para los bosques y para ellos. Pero al ver que esto no sucedía, pensaron que quizás era que los mares llenaban de agua las nubes de la lluvia.

          No poniéndose de acuerdo, si primero había sido un todo o una individualidad, decidieron darle un nombre a algo que uniese ambas palabras: todo-individualidad y que por tanto debería ser anterior a ese principio, si bien pienso, que no es hasta los principios de las filosofadas del hombre cuando se deciden las explicaciones, de qué se debería entender de esta palabra, sus significados y funciones en cuanto a la relación con las otras palabras o nombres.

          A ese Todo-Individualidad se le dio el Nombre de Dios, que daría origen a cualquiera de ambos conceptos y que por tanto sería anterior a ambos.

          Pero las definiciones, es de suponer que no fueron necesarias hasta el nacimiento de la filosofía, y por tanto coincidiendo con el primer filosofador.



jueves, 24 de septiembre de 2020

DESESPERACIÓN



 La desesperación del péndulo,

Una vida de medir el tiempo,

Sin poder salir del Ahora.



martes, 22 de septiembre de 2020

OLVIDANDO MI DIVINIDAD

 

Cuando consideramos que Dios es y está en Todo.

Obviamente debe de estar y ser, no solamente: en y lo que vemos o percibimos con los sentidos o la mente. Sino también en lo que no.

Que Dios como Concepto creado por nosotros, sea Todo.

Significaría, que no existiendo nada que no lo sea, no sería posible que Dios pudiese ser en su Absoluto, algo que podamos percibir, nombrar o definir.

Lo que no evitaría que también lo fuese, por ser Todo.

No puede haber nada que se transforme o alcance la Divinidad.

No puede haber un Dios con mayúscula que tenga nombre o sea percibido como Dios.

Sin embargo, un Ser Humano lo verá y percibirá en Todo cuanto le rodea, todo cuanto hace o deja de hacer, en todo cuanto es en sí mismo o le acompaña siendo Dios.

Podría pensar que estoy definiendo a Dios, pero incluso el teclado, la definición y el escritor deberían estar tan dentro de ello, que no habría quien pudiese leerlo.

Sólo el Silencio, sólo el Vacío, alcanzan a definir a Dios, cuando se convierten en sonido, cuando se convierten en Universo, existiendo como Nada.



lunes, 21 de septiembre de 2020

TRINIDAD


“Todo es Uno”.

Donde está Todo, formando una sola Unidad, Individualidad.

Es lo que llamamos Dualidad.

Pero no puede haber: Dualidad, Todo o Uno, sin algo que lo percibe.

Es lo que ha hecho que todo Dios Creador, se manifieste en Trinidad.


domingo, 20 de septiembre de 2020

EL VACÍO

           Es complejo mirar en el Vacío, sabiendo o pensando que sólo hay Nada en Él.

          Es inútil mirarnos o buscar una Cara Original, sabiendo o pensando que no hay espejo donde el polvo pueda acumularse.

          Es perdernos, pensar o saber que, sólo somos Vacío, una Nada, que no encuentra a demás, amor o manifestación en el Ser.

          Porque para que el Vacío, se transforme en nada, para que desaparezca el espejo, para convertirnos en un Ahora donde Todo desaparece, tiene que dejar de estar Vacío de Amor, no porque deje de existir el Amor, sino por ser expulsado de la Naturaleza del Vacío de acoger toda Existencia o Inexistencia, por Ser Amor.

          El Ahora tiene que ser Eternidad con Todo en Él, para ser Ahora. No es la inexistencia de algo lo que determina el Ahora, sino que Todo esté incluido, evitando que algo perciba incluso el existir.

          Muchas creencias, llevan al nihilismo, a la negación de existencia, de ser, pero el Vacío y el Ahora, niegan la percepción de Ser, por estar siendo. Ser Todo en el Ahora, acoger Todo en su Naturaleza de Vacío como debe ser el Amor, no excluye nada, ni tan siquiera la percepción de ser, a pesar de que no es posible, no pueden expulsar la Dualidad, que permite soñar que es real.



sábado, 19 de septiembre de 2020

EL RESPETO


          Aumentan las seudo curas y las conspiraciones en la creación del COVID19.

          Pero si miramos con tranquilidad, lo que podemos ver es que:

          Miles de años de vivir adaptándonos para sobrevivir, no nos han enseñado a hacernos responsables de lo que hacemos.

          Nuestro sufrimiento proviene de Dios, que nos expulsó de su lado. Que creó un mundo imperfecto y sobre todo creó a los demás.

          Desde el principio hemos sido gobernados, por inútiles que nos han obligado a ir en el camino equivocado, por sus propios intereses.

          Los demás nos contagian de enfermedades, nos mienten, nos engañan y crean innumerables conflictos que nos impiden vivir.

          Los legisladores dictan leyes inútiles, que no sirven para nada.

          Los científicos crean las enfermedades por medio de las medicinas.

          Me pregunto si todos conocemos por los medios de comunicación o desinformación: Que este virus es altamente contagioso, que debemos protegernos para que no nos contagien, que debemos proteger a los demás para no contagiarlos, que esto lo debemos hacer por respeto a nuestra libertad y a la de los demás.

          ¿Cómo es posible?

          Que, en cuanto tras habernos obligado por decreto a cumplir con el sentido común y bajar la tasa de contagios. Nos hemos socializado aumentando de nuevo el contagio, por reunirnos con quienes son portadores o regalándoselo a quienes se reúnen con nosotros.

          Me parece vergonzoso que de nuevo sea por medio de decretos, leyes, control y obligatoriedad por amenaza de sanciones, el método que haya que imponer para que convivamos con el respeto por nosotros y los demás, del que somos responsables.

          Hay quien por necesidad o porque es necesaria su actividad, se expone a contraer la enfermedad. Siendo los demás, los que debemos protegerlos no acercándonos a ellos, si tenemos la mínima sospecha de ser portadores.

          Convivimos con nuestras parejas, con nuestros hijos, amigos, vecinos y con las mascotas que curan nuestra soledad, nadie debería tener que obligarnos, a sentirnos responsables en nuestra convivencia de respetarlos y cuidar de su bienestar y salud.

          Son cosas que cualquier humano, debería hacer en cualquier actividad, situación y condición, pero al parecer no hemos aprendido. Necesitando por tanto a ser obligados a respetarnos y cuidarnos, nosotros mismos y a los demás.

          Es triste que necesitemos ser privados de nuestra libertad, para que respetemos la ajena.



viernes, 18 de septiembre de 2020

ESCUCHANDO

 
          Debido a desconocer el japonés, al principio de estar con mi Maestro, no podía entender más allá de lo que descubría en las pocas palabras que intercalaba en inglés.

          Habían transcurrido varios meses, cuando un día que tenía que decirme algo, o deseaba que me fuese traducido, llamó a un monje japonés que tradujo sus palabras, descubriendo que había algunos que hablaban algo de inglés.

          A partir de ese momento, insistía para que me tradujesen las charlas y lo que decía el Maestro, haciéndolo con todos ellos o al menos con los que tenía más confianza.

          Obviamente, sus traducciones eran tan diferentes, que parecían charlas que no estaban relacionadas, incluso a veces parecían proceder de diferentes Maestros, debido a la diferencia de los puntos de observación o visión de los temas.

          A veces prefería incluso no preguntar, pues pensaba que solamente serviría para confundirme, el escuchar traducciones tan diferentes, que señalaban que posiblemente podrían ser poco fidedignas o correctas, con lo que el Maestro había expresado.

          Tras algún año de vivir de estas traducciones y lo poco que podía hablar con mi Maestro o cuando al venir más extranjeros, hablaba en inglés, con las limitaciones que ello le imponía en cuanto a las explicaciones por la palabra. Otras veces hablaba conmigo de temas del día a día, o en dokusan se maravillaba con mis profundos conocimientos, tocando la campanilla tras unas pocas palabras. A veces cuando respondía y yo escuchaba, teníamos charlas un poco más largas y profundas.

          Pasaron los años, y hoy me alegro de no entender sus palabras, algo que me llevó a escuchar traducciones, algunas, que me pareció entonces y sigo creyendo hoy en día, bastante alejadas de lo que había transmitido el Maestro.

          Una de las enseñanzas de Shakyamuni, nos dice que: “De la Gran Duda, nace la Iluminación Profunda, que, de la Pequeña Duda o su ausencia, nace la Iluminación Superficial o Mara”.

          La Gran Duda, no tiene que ver con dudar o desconfiar, menos aún con la desconfianza en los demás o en nosotros.

          La Gran Duda debe llevarnos a encontrar la Verdad, en equivocaciones propias o ajenas.

          La Gran Duda debe de ayudarnos a escuchar, a interrogar, a buscar, a encontrar, la Gran Duda de saber lo que somos, de aceptar lo que Es, porque no hay error o equivocación en lo que la Vida manifiesta o muestra, sino en nuestro entendimiento.



miércoles, 16 de septiembre de 2020

SÓLO PALABRAS

 

          Son las palabras las que originaron la confusión, al pretender que fuesen la Torre que nos llevara al Cielo.

          Las palabras nos confundieron, al encontrar significados y funciones diferentes en cada persona.

          Perdimos la capacidad de escuchar, tratando de encontrar la Verdad en lo que decíamos, en los nombres que le asignábamos a cuanto nos rodeaba y a nosotros mismos y nuestras partes.

          Olvidamos que las palabras nos conectan con Dios y que los nombres que ellas confieren son los nombres de los Hijos de Dios, el Nombre de Dios, el Nombre, la Palabra.

          Oímos música, sin escuchar las palabras de los instrumentos. Escuchamos el sonido de las estrellas, el del Universo, sin escuchar sus voces, sus palabras.

          Oímos el sonido del mar, del viento, de los árboles acariciados por el viento, de la hierba que permite caminar en voces de silencio, sin escuchar sus voces, sus palabras, la pronunciación de nuestros nombres.

          Hablamos en oraciones, en encantamientos, en mantras, en poesía, en silencio, sin escuchar las palabras, los nombres de la Vida.

          Nos recordamos unos a otros que son: “Sólo palabras, sonidos, verborrea, nombres que no dicen lo que algo es”.

          Y es que hemos perdido la facultad de escuchar, porque es la Vida la que habla, es la Vida que nos recuerda que los nombres que recibimos nos hacen responsables de unas funciones.

          Decimos que la Vida tiene una Naturaleza Vibracional, pero creemos que las palabras son sólo sonidos, que los nombres son sólo algo que sirve para que podamos hablar entre nosotros, en verborrea interminable, en la que sólo importa lo que decimos, sin que sintamos la necesidad de saber lo que dicen los demás, sólo sirve lo que hemos entendido de palabras y sonidos que apenas hemos escuchado o leído.

          Y es que el Cielo usa sólo palabras para hablarnos, Dios tiene un nombre por el que llamarnos y por el que Ser llamado.

          Pero cuando hablamos sin escucharnos, sin escuchar a cuanto nos dice el Universo, son sólo sonidos articulados, sin significado y sin que sean el nombre de la Vida que nos rodea.



lunes, 14 de septiembre de 2020

SOÑAR DESPIERTOS

 

          Quién es el que sabe cuando el cuerpo, la mente o el corazón, están dormidos o despiertos. Quién es el que ha conceptualizado lo que es dormido o despierto, sueño o vigilia.

          Somos los creadores de las palabras, de los nombres con los que hemos llamado a la expresión de lo que vivimos, de lo que somos, de lo que manifestamos.

          Somos los creadores de Dios, de su nombre de lo que significa y decidido lo que debe ser. Lo hemos hecho con la Vida, con la muerte, con lo que somos y lo que es nuestro sueño y nuestra realidad.

          Podemos pensar que no hemos sido nosotros, sino los Maestros, esos que han nacido en algún momento y lugar o han venido de Universos lejanos y desconocidos, para enseñarnos lo que somos y que nosotros hemos aceptado como la Verdad, la Vigilia, la Iluminación y despertar del sueño.

          Hemos renunciado a ser lo que nos han dicho que somos, hemos aceptado como única Verdad aquello que nosotros hemos entendido de sus explicaciones o aceptado la decisión de negar cuanto nos han explicado.

          Con ello hemos renunciado a nuestro Libre Albedrío, a nuestra Responsabilidad de ser los Creadores de lo que somos, de la Sociedad donde vivimos, del Amor y Felicidad que buscamos sin poder encontrar.

          Tratamos de despertar cuando soñamos y de soñar cuando estamos despiertos, olvidando que la única Verdad está en el Ahora, cuando tenemos sed, hambre, malestar, felicidad, acabamos de comer o descansamos, es la Realidad no nuestra sino la del Ser, no es nuestro Sueño, no es la realidad del cuerpo o las emociones, no es la percepción de nuestra mente, porque en el Ahora no hay dueño o poseedor de nada, sólo el Ser.

          No hay un Ser que despierta o un ser que sueña, en el Aquí y Ahora, sólo el Ser, en la Mente Universal, en la mente ordinaria de cada día, de cada uno de nosotros.

          En el Ahora es donde existen la Felicidad y el Cielo, porque siendo cada individualidad y cada todo, lo que es, Todo se manifiesta como Ser, sin dormir, sin despertar, sin Iluminación, sin Ignorancia.

          Podríamos pensar que se han extinguido sus opuestos, que hay algo que se ha transformado o alcanzado, pero realmente en el Ser, todo sigue siendo lo que es, ha sido y será, al participar de su Infinitud.

          El Ser es Infinito, porque cuando no hay nada existiendo, todo tiene que estar potencialmente en ese Ahora que puede manifestar la Impermanencia Eterna e Infinita de Sí mismo, sin llegar a manifestarse por ello, porque careciendo de ego, sólo puede Ser aquello que es manifestado o inmanifestado.

          La Potencialidad de Todo, lo Absoluto lo Infinito, significa que en el Ahora tienen que existir todos los cambios posibles de cualquier individualidad que son Infinitas, manifestando de esta forma. Las Infinitas manifestaciones, de un número Infinito de Individualidades, algo imposible de concebir en matemáticas como número, pero que se llaman Uno, Todo o Vacío, en el Ser.



domingo, 13 de septiembre de 2020

RAZONEMOS

 

          “Hay razones que la razón no entiende”.

      Son nuestros Conceptos de lo que nos rodea, de lo que somos, de la relación de cuanto nos rodea y sus funciones, lo que poco a poco, ha definido lo que debe de ser la vida que nosotros hemos deseado vivir.

      Esos Conceptos han establecido el Bien y el Mal, lo Correcto y lo Incorrecto, lo Justo y lo Injusto, lo humano, lo terrenal y lo divino.

      Todo ello cimentado en la razón, en el pensamiento y estudio de las circunstancias y las condiciones de cuanto es manifestado y la abstracción de lo desconocido o no manifestado para nuestra percepción.

      Pero la razón, caminando a la pata coja, olvida al corazón, ese que sin saberlo nos recuerda que somos fruto y semilla del Amor.

      Cuando nos miramos, cuando estudiamos o tratamos de conocer lo que algo o nosotros somos, olvidamos que hay razones que la razón ignora, y que el Amor es incapaz de razonar.



viernes, 11 de septiembre de 2020

LA GRAN ALFOMBRA

           Algunas gentes y la vida, me han obligado a mirar bajo la alfombra.

          Nunca imaginé, que el comprar un lugar donde vivir y tener una casa, me llevaría a ser abusado, violado, extorsionado y robado, llevado bajo la alfombra donde me enseñaron que lo mejor es renunciar a la dignidad, para vivir tranquilo, al no protestar por nada de lo que veas o sufras alrededor o en ti mismo.

          Bajo la alfombra, hay tiempos de cuando siendo una colonia fenicia, el poder abusaba de los ciudadanos, y estos eran obligados a callar, aceptando las condiciones que el gobierno imponía, para no ser castigados por los jueces y las fuerzas que protegían el poder.

          Adaptado el sistema de abuso de poder, a los tiempos y a las circunstancias, podemos verlo en tiempos de colonia romana o musulmana, en monarquías, repúblicas y dictaduras.

          La estructura del Poder: Administración, Poder Jurídico, fuerzas de seguridad: policía, guardia civil, ejercito o bajo el nombre que se agrupen los sicarios que fuerzan a cumplir lo ordenado por el poder.

          En Democracia, el Poder es el encargado de mantener la igualdad, la Verdad, la Dignidad y la Justicia, parecido a como ha sido siempre, pero parecía que esta vez sería realmente la función del Poder.

          Un Gobierno al servicio del pueblo, un Gobierno que administraría el bienestar del pueblo, sus propiedades y que defendería, que la Dignidad del pueblo fuese mantenida protegiendo la Verdad y estableciendo Justicia en la relación ciudadana y en la Administración de los bienes públicos, esta es al menos la Función del Poder que Gobierna un pueblo.

          La corrupción, la indecencia en el comportamiento de quienes usaban el poder para su beneficio, los innumerables abusos y violaciones cometidos por todos los estamentos de poder para con el pueblo, que podemos leer en los libros de historia, son relatos que muestran, que el pueblo ha sido obligado en todas esas épocas a renunciar a su dignidad, para poder vivir rodeado por quienes recibían los frutos de la delincuencia y abusos de poder.

          Hoy leemos en los periódicos, en la prensa digital, escuchamos en la radio, vemos en televisión y padecemos, los mismos métodos modernizados, que llevan a cabo las mismas organizaciones que controlando el poder, se amparan para poder delinquir desde la impunidad y la protección del Poder.

          Desgraciadamente la alfombra no ha sido cambiada, afortunadamente vemos que la alfombra no ha dejado de ser usada, por lo que podemos ver la continuidad de un sistema y modo de actuación, que básicamente, ha cambiado la vestimenta o hábito, manteniendo las bases y métodos usados para el abuso de poder y violación de: Verdad, Dignidad y Justicia, junto con la vulneración de cualquier derecho ciudadano.

          Obviamente siguiendo las leyes de dualidad y el Yin-Yang, siempre hay una parte o porcentaje de quienes realizan sus funciones correctamente, si bien se procura que sea mínima.

          Sorprendentemente, mi experiencia personal ha sido con una Audiencia Provincial y los departamentos jurídicos del gobierno provincial: Abogados del estado, abogados de oficio y técnicos de oficio.

          Pero lo sorprendente, no es que encontrase los funcionarios que siguen la tradición de servir al Poder y sus clientes y amigos, sino el porcentaje.

          La totalidad o el 100%, han defendido, protegido y legalizado la delincuencia, para lo que no han tenido reparos en falsificar y crear documentos para argumentar las prevaricaciones, abusar de un ciudadano indefenso, violar sus derechos, la Verdad, la Decencia, la Dignidad y la Justicia y los que no han actuado como delincuentes o sus defensores, son funcionarios que hacen exactamente lo que se les dice, obedeciendo ciegamente sin pensar en sus funciones o en realizar la protección de: Verdad, Dignidad y Justicia que se les presupone a los funcionarios que trabajan para preservar la Justicia entre los ciudadanos.

          Las mafias, crean empresas legales para blanquear los productos de su delincuencia. Es para sentir vergüenza, que el Poder utilice para blanquear sus delitos, los departamentos públicos de gobierno.

          No tengo estudios legales, pero sorprende que se ignore el 100% de la documentación realizada por la Administración Pública y se sentencie, la modificación de dicha documentación para legalizar un delito y una prevaricación judicial.



sábado, 5 de septiembre de 2020

LA PANACEA

 

          Ha sido desde antiguo el deseo generalizado de todos: La solución de todos los problemas, una vida de felicidad y bienestar, una sociedad humana.

          Misteriosamente, los poderes nos han guiado a que la solución está en los demás, en el poder o en el poder de dios.

          Pero en general todos buscamos la solución del problema de turno: Que no se mueran los amigos y familiares que han muerto, que se haga la paz en la guerra que se ha declarado, que se encuentre la medicina para la enfermedad que tenemos, que no nos abandone quien se ha ido, que nos ame quien no nos ama o que los demás sean honrados y fieles.

          Antes pedíamos en las iglesias o en los grupos reunidos en los pueblos, por lo que la mayoría sabíamos un poco de lo que pedían los demás, pues nosotros pedíamos en silencio, por recato y para que los demás no supieran nada.

          Hoy en día podemos verlo en Internet, peticiones individuales, grupales, nacionales y mundiales. Cada uno quiere que se solucionen sus problemas o los que pueden afectarles.

          En lo único que todos estamos de acuerdo es en: Encontrar la solución a los problemas que crean los demás y a los que hemos creado nosotros por culpa de los demás.

          Hemos perdido la fe en las panaceas, en encontrar el remedio que cure todos los males, en esperar a que Dios nos lleve a una vida de felicidad y armonía.

          La mayoría hemos tratado de convertir lo que tenemos en oro, para hacernos ricos. Los ricos han tratado de convertir en oro lo que tienen y lo que tienen los demás, para ser más ricos.

          Los alquimistas se revuelven desesperanzados en sus tumbas, y los que viven abandonan la alquimia, pues saben que todos somos oro, pero existimos sumergidos en la miseria de cuanto creemos ser.

          La Gran Alquimista, nos mira burlona, viendo cómo nos arrastrarnos en un sin vivir olvidados de que somos Vida.

          Somos lo Grandes Alquimistas, la esperanza de Dios y la Vida, desgraciadamente, siendo oro no hemos conseguido encontrar oro, sólo hemos conseguido que no parezcamos ni tan siquiera plomo.

          Miramos a los seres humanos que decimos ser y sólo vemos humanidad en nosotros mismos, porque vemos nuestras miserias, nuestras enfermedades, nuestra carencia de amor, y la única solución que encontramos es que cambien los demás o bien que el gobierno o dios, solucionen nuestros conflictos encontrando una medicina.

          No recuerdo cuándo un primer Maestro nos dijo el nombre de la Panacea que solucionaría todos nuestros dilemas, nuestras enfermedades, incluso la muerte si olvidamos que somos algo más que un cuerpo, pues hay algunos que tienen sentimientos y algunos menos hasta tienen una mente que piensa correctamente.

          Hemos olvidado que es la Dignidad, la Panacea que cura todos los conflictos.

          La Dignidad derivada de la Verdad, de la Aceptación de ser lo que somos que ya es oro, la Aceptación de que todos los demás son oro.

          El Camino es simple, para caminar en la Dignidad, hay que hacerlo siendo Amor que convierte en Uno a cuanto existe.

          La Meta es segura, porque hay la Justicia de que Todo es Uno, de que Todo es Amor, de que Todo es Oro en todas sus manifestaciones, de que Todo es Meta.

          Pero como todas las panaceas, sólo hay una forma de que realmente funcione la Dignidad, la Panacea soy Yo.