Varios sabios chinos, y filósofos, han
escrito y hablado acerca de la importancia del Sol.
Unas veces porque no podríamos vivir
sin Él, o bien porque es su luz y su calor, el que permite que la Vida se
manifieste en la Tierra.
La importancia de la necesidad que
tenemos de su trabajo y esfuerzo, para poder ver cuanto nos rodea, guiarnos en
la noche reflejado en la Luna, o con tantos soles como brillan en la noche, en
la oscuridad.
Los sabios chinos ven su importancia
en que no sabe que es Sol, no sabe que alumbra y que emite luz, no sabe que hay
algo que es iluminado, no sabe que nos da calor o tan siquiera que lo emite.
¿Cómo podría saber algo si no sabe que
existe?
Pero no por ello, deja de quemarse en
sí mismo, no deja que sus llamas se apaguen para no quemarse, y sólo por eso,
siendo Sol, podemos existir nosotros, mirándole cuando nos quema, cuando nos guía,
cuando nos alumbra la visión de cuanto nos rodea.
Es por ello que su importancia, no es por
su conocimiento, por su sabiduría, sino por ser Sol, aunque no lo sepa Él.
Porque nosotros, le damos la importancia de que no podríamos vivir sin la
ignorancia de que no sabe lo que es.