Familia, amigos, vecinos y conocidos,
me preguntan si necesito más de lo que tengo. La respuesta la tengo clara, es
no, no necesito más de lo que tengo.
Me preguntan entonces, el por qué
estoy luchando por recuperar, lo que ha sido robado de la propiedad que compré
para establecer mi hogar.
El valor económico es escaso, podría
ser, que menos de 1000 o 2000 euros, si pudiese venderse parte de una propiedad
unifamiliar y urbana y lo hiciese a buen precio.
Pelear con diferentes Administraciones
Públicas y la Audiencia Provincial de Palencia, con sus servidores sirviéndose
de los ciudadanos indefensos, y con los vecinos que invadieron partes de la
parcela, no es cómodo, sencillo o agradable.
Nadie de los que he conocido por estas
tierras, está dispuesto a implicarse en defender la Verdad, al menos la que
muestran los Documentos realizados y archivados por las Administraciones
Públicas.
Siendo, que los testigos han sido sólo
para cometer perjurio en sus declaraciones y defender, lo que no hay documento
que pueda ser enseñado confirmándolo.
Por eso la pregunta es si vale la pena,
perder tanto tiempo en defender algo sólo por Dignidad, cuando no se necesita,
ni tiene apenas valor.
A lo largo de nuestra historia,
decimos que hay dos libros que muestran el espíritu de los españoles: “El
Lazarillo de Tormes”, con su picaresca y “Don Quijote y Sancho Panza”, un loco
defendiendo el sueño de la caballerosidad y el pueblo, tratando de imponer la
razón, de que es mejor vivir sin complicarse y dando satisfacción al Poder, que
tener ideales.
En el mundo, vemos que cuando la
producción de bienes se industrializa, los esclavos eran demasiado caros y que
no se podía sustituir al que moría o enfermaba, además en la industria no se
podía crear alojamiento para todos ellos si eran esclavos, alimentándolos y
manteniéndolos lo suficiente para que no murieran. Por lo que la esclavitud fue
abolida.
La necesidad de cuidar de la casa y
los numerosos hijos, además que había que tener muchos para sustituir a los que
morían de enfermedades, hambre, y los que lo hacían en las guerras. Siendo que,
si morían muchos hombres, las mujeres podrían fabricar otros que los
sustituyesen, mientras que si lo hacían las mujeres, al faltar ciudadanos por
no nacer nuevos, podrían ser invadidos fácilmente por sus vecinos. Motivó que
la mujer se quedase en casa con las labores domésticas, y el hombre saliese a
trabajar y traer el sueldo que permitiese vivir a la familia.
Pero pagar a un solo miembro de la
familia, para que pudiese mantener a todos, parece que es pagar demasiado. Por lo
que hay que crear los derechos de la mujer, para ir a trabajar y a morir por la
patria cuando haga falta.
Todo ello es economía, hay que
conseguir que el pueblo pida lo que interesa a quien de verdad importa: El
Poder.
En nuestra dualidad, todo tiene lado
malo y bueno, el Universo nunca ha tratado de convertir o igualar la energía
masculina y la femenina, utilizándolas adecuadamente en cada circunstancia, sin
mirar cuál de ellas es mayor o menor.
Cuando explotó el Big Bang, utilizó
una gran energía masculina, por un periodo de tiempo corto.
Cuando terminó la explosión, se dedicó
a mantener la energía femenina de la Naturaleza, que ha necesitado millones de años, para dar a luz
el Universo que contemplamos.
Al final no se trata de lo que se
consigue o se pierde, la Vida, se manifiesta con Dignidad y Justicia, y en
millones de años, todo convive en paz y siendo lo que es en Libertad.
Nosotros, dedicados a la picaresca, a
pensar que hay que estar locos para defender indefensos y proteger al pueblo, a
los vecinos y no dedicarnos a abusar de ellos, necesitamos un loco que trate de
defender al pueblo y ponga a otro nuevo en el Poder, para seguir haciendo lo
mismo que siempre: Abusar de los indefensos, servirse de ellos y disponer de la
vida y hacienda de los vasallos, ahora que no puede hacerse como derecho,
simplemente hay que asociar a los poderes de Gobierno, para conseguirlo por
medio del abuso y la violación de los Derechos y de la Justicia, obligando al
pueblo a renunciar a su Dignidad, y que no se atreva a defender y proteger la
Verdad y la Justicia.
Así que no sé que responder: ¿Debo
seguir y defender y proteger la Verdad y la Justicia?, o no vale la pena y es
mejor sonreír, diciendo lo que debemos
decir para quedar bien con todos.