Establecer una Justicia y unas reglas
de convivencia firmes y concretas.
El Universo no establece su Poder y
Grandeza, dominando nada, su Justicia no es necesaria.
Toda su Inmensidad, su aparente
Infinitud, está sustentada por la unión y convivencia de lo subatómico, de lo
pequeño y aparentemente inexistente.
No sabemos realmente lo que es la
energía, que es producida o nace de esas pequeñas partículas, que no son
visibles, que no ocupan apenas espacio en la Inmensidad del Universo.
Las estrellas, las constelaciones y
los átomos están sustentados, por esas cositas pequeñas, que son visibles
dependiendo del receptor y de la frecuencia vibracional de esas cositas.
Capaces en su Amor, de permanecer
colgadas en el espacio, sin caerse, uniéndose gracias a ese Amor con el que
permanecen formando una sola individualidad esas cositas pequeñas, algo que
permite unirse a las galaxias y a Universos enteros.
Que permite que diferentes
construcciones de esas cositas, llenen los planetas de Vida, de formas y que permitan
la individualización de grupos, sin dejar de ser un único planeta.
Su fortaleza está no en la fuerza,
sino en la capacidad de unirse, en la aceptación de ser Una con cualquier
número que se integren con ella, y sobre todo en la flexibilidad.
Las ramas más flexibles son las que
menos se rompen. Los animales más flexibles son los que menos roturas sufren,
el agua es capaz de rodear cualquier forma y adaptarse a ella.
Incluso los fuertes troncos de los
árboles, se doblan, colocan sus ramas y hojas para oponer la menor resistencia
al viento o las riadas, si no se adaptan fluyen con el movimiento de las aguas
o el aíre, separando su tronco, o sacando sus raíces de la tierra.
Pero no trata, de tener Poder, sólo acepta que esas pequeñas cosas, sean Universo.