Durante años, mi Maestro nos decía con
frecuencia diaria, si no era a uno era a otro: “kiotsukete
kudasai” o simplemente kiotsukete (Ten cuidado por favor), otras, nos lo decía
en inglés, sobre todo, cuando éramos más extranjeros que japoneses: “Take care of
yourself”, (cuídate a ti mismo).
Obviamente decirnos que cuidásemos de
nuestra energía en japonés o de nosotros mismos en inglés, es una frase corta,
clara y fácil de entender lo que nos dicen.
Afortunadamente, quien me lo decía era
mi Maestro, no porque me enseñase nada, sino porque yo había decidido ser su
discípulo, aprender de Él, para convertirlo en Maestro.
Al final para saber lo que hay que
cuidar, lo importante no es la palabra empleada, sino el entendimiento o
comprensión de lo que somos, porque es lo que hay que cuidar.
No importa lo que nos dicen que
cuidemos, lo verdaderamente importante, es tener claro lo que somos, lo que
determina esa energía o ese self que hay que cuidar, sin que importe a quién
pertenece la energía, si es que fuese posible que pudiese ser poseída. O ese “Your,
my, our, … self”.
Cuidar del sef, cuando es entendido o
mirado por un discípulo, significa “El SELF, el Ser”. La energía no es la
energía de nadie, sino la Energía que manifiesta la Vida.
No sé cuántas veces, he escrito acerca
de que cuando alguien quiere aprender, cuando alguien se considera discípulo de
la Vida, es su responsabilidad, convertir en Maestro a cuanto le rodea.
No debe entenderse lo mismo, cuando se
charla, que cuando se conversa, que cuando se argumenta, pero mayor diferencia
debe haber cuando escuchamos como discípulos, sobre todo cuando nos habla la
Vida, porque nuestro entendimiento es el que crea al Maestro, no su Sabiduría o
Ignorancia.
Durante años, he tratado de cuidar de
mí mismo. A veces llegando a la desesperación de ver que no admito cuidados,
que sigo contaminando mis aguas y mi aíre, la relación entre mis partes, incluso
me bombardeo con explosiones nucleares.
Y es que cuidar de Yui Shin, no me
resulta complicado. Pero no consigo cuidar de Mí, por más que lo intente,
porque más que mirar lo que necesito, me gustaría decidir cómo quiero ayudarme
o hacer lo que mejor me parece o al menos que no me produzca conflictos.