Si necesitamos preguntarnos: ¿Quién o
qué es el Maestro?, obviamente no estamos en el punto o momento de mirar desde
la Gran Duda.
Nos hablan de Conocimiento y para
algunos se habla de Sabiduría, pero mi duda es si realmente mucho conocimiento
de todo, nos proporciona Sabiduría o simplemente debería asustarnos lo que nos
falta por conocer.
El Concepto de Conocimiento y el de
Sabiduría, cambia según quien escribe, pues los entendemos muchas veces con las
definiciones que el diccionario de esa lengua, nos proporciona en cada momento
social.
Si me preguntasen a mí: ¿Qué es
Sabiduría?, probablemente no sabría que decir, o según el momento daría
respuestas dispares. Pero nadie me lo ha preguntado en este momento, sólo
escribo lo que las manos teclean, por lo que podría decir totalmente convencido
que: “Sabiduría es la Gran Duda de Shakyamuni”.
Creemos que el preguntarnos por lo que
vemos, lo que percibimos o desconocemos, es cumplir con la Gran Duda, pero
cambiar lo que pensamos de algo o desarrollarlo, no es alcanzar la Sabiduría,
sólo se alcanza el Conocimiento de la Dualidad que percibimos.
La Gran Duda es preguntarnos por lo
que no percibimos, por lo que no podemos contemplar en algo, que
independientemente del Conocimiento que alcancemos de ello, sólo será lo que es.
Es algo que nunca podrá ser conocido o
alcanzado, porque lo que es sólo puede ser conocido siendo, que es lo único que
impide percibir y conocer algo absolutamente.
La Gran Duda, descansa en la
Aceptación de que todo es lo que Es, tanto individualmente como en lo Absoluto.
Sin embargo, desde esa Aceptación se trata de conocer lo que algo es no como
Conocimiento, sino el rellenado de la Ignorancia, que nos impedirá saber lo que
algo es.
Conscientes de que todo el
Conocimiento de lo que percibimos, es conocer lo que algo no es. No porque no
lo sea, sino porque sólo es posible conocer aspectos de lo que percibimos,
según el nivel y grado de percepción. Todos ellos diferentes y alejados de lo
que lo percibido es realmente.
Tenemos ojos, son importantes es una
de nuestras características, pero no es lo que somos. Podemos añadir cuantas
partes deseemos o conozcamos, y todavía no podremos definir lo que somos. Podemos
añadir: Cuerpo, mente, alma, espíritu, parte de Dios, y seguiremos
desconociendo lo que somos, cuanto más conozcamos, la realidad es que aumentará
el conocimiento de lo que nos falta por conocer y por tanto la Duda.
Pero dudar y tratar de conocer lo que
somos o lo que algo es, sólo puede llevar a ignorar la realidad. Es un
conocimiento de la mente, que explica características o funcionamiento de algo,
pero no lo que es en su realidad.
Cuando llegamos a la Aceptación del
hecho, de que sólo podemos llenar la Ignorancia con explicaciones acertadas o
equivocadas de lo que algo es o no es, cuando las preguntas se dirigen a ello,
en lugar de la búsqueda de la Sabiduría desde el Conocimiento. Es el momento de
comenzar a caminar en la Gran Duda, que Acepta llenar la Ignorancia de lo que
algo es, de datos infinitos, en respuesta a preguntas infinitas, que no
llenaran suficientemente la Ignorancia para convertirla en Sabiduría.
La Gran Duda, la Ignorancia, son ya
Sabiduría, al aceptar las cosas como lo que son, en lugar de lo que se conoce
de ellas.
La Gran Duda, que me queda, es si
sabremos separar la Ignorancia de la ignorancia.