Todos pensamos que lo hacemos, que lo
único que nos falta para además ser felices, es encontrar algo que deseamos o
creemos necesitar.
Nos gusta algo y vamos por la Vida,
tratando de encontrarlo, de verlo, de mirarlo, sin darnos cuenta de lo que no
estamos viendo, en nuestro vivir.
Buscando el amor, pasamos los años sin
encontrar amigos de verdad, esos que sólo pueden encontrarse en el Amor.
Y a veces perdemos a los amigos,
porque lo confundimos con amor y el amor con sexo.
Y es que vivir, es encontrar, pero no
lo que deseamos o nos gusta, sino lo que hay ahora. Pero el único medio es
vivirlo, aceptarlo, ser felices con lo que es cada ahora.
Nunca en nuestras vidas tendremos,
obtendremos o nos darán más de lo que tenemos, pero afortunadamente tampoco
menos.
No seremos nunca más de lo que somos
ahora.
Siendo la felicidad y la
responsabilidad, aceptación y respeto en su uso, lo que determinará lo que
seremos en cualquier otro momento.
Como he escrito anteriormente, mis
amigos son los que yo acepto como tales, sin mirar si ellos piensan que yo lo
soy suyo. Porque no podemos cambiar lo que somos en este momento para otra
persona. Pero sí manifestar lo que ellos son para nosotros.
La amistad como parte del amor, se
manifiesta de muchas formas y en muchas condiciones. Pero la mayoría de las
veces, no puede medirse por lo que obtenemos de ella, sino por lo que estamos
dispuestos a entregar.
Es lo mismo en el amor, decir a
alguien que le amamos por lo que recibimos, por lo que deseamos o por el
beneficio que nos reporta, sólo puede durar mientras no hayamos obtenido lo que
deseamos.
En mis tiempos jóvenes, había que
decir que amabas a la otra persona y que éramos novios, para poder obtener lo
que se deseaba antes de terminar el amor y el noviazgo.
Otras son los regalos, el que la otra
persona nos dedique su vida, lo que consideramos que es amistad o amor.
Hoy en día, se cree que la amistad
conlleva derechos, que puedes amar y entregarte de la misma manera a varias
personas, sin que importe el necesitar ir cambiándolas con cierta frecuencia,
porque es algo natural.
Olvidamos que el amor y la amistad,
más que derechos conlleva no obligaciones, sino responsabilidades.
Porque el vivir es ser responsables de
lo que somos, de lo que hacemos, de lo que manifestamos al hacerlo. La Vida
nunca nos considerará culpables de lo que Ella es, al manifestar lo que somos.
Pero es nuestra responsabilidad lo que Ella Es, en cada manifestación.
Nosotros en el vivir, en la amistad y
en el amor, miramos nuestros derechos, que serán las obligaciones de los demás
y el origen de su culpabilidad, siendo nosotros los inocentes agraviados.