Terminamos un año en el que los
políticos, han decidido decretar Leyes cuando menos controvertidas. Pero lo
importante es que nos piden al pueblo que digamos SÍ, porque ello les dará la
impunidad en sus consecuencias.
Una Ley que se centra en el abuso
ejercido a mujeres, en una sociedad donde el abuso y la violación cambia de
cara continuamente y es multifacética.
Pero la protección de la mujer, se
hace reduciendo las penas y teniendo que demostrar si han dicho sí, si han
dicho no, o no lo han dejado claro, porque la Ley dice que hay que demostrar la
culpabilidad, que hace que el abusador, maltratador o violador, sea inocente y
la víctima esté mintiendo.
Da igual si la víctima es hombre,
mujer, niño o niña, sin importar los antecedentes el violador es inocente y se
les ha consentido la violación, si no se demuestra que decimos la verdad.
Se cuelan fuera de formas, otras
leyes, en las que si eres político o poderoso, si enriqueces a la empresa, a
los amigos, a los familiares o a quienes te hacen regalos, no es algo
condenable o si lo es, es una falta leve, sin importar los miles de millones
que han desaparecido del dinero Público, o se ha arruinado una empresa llevando
al paro a sus obreros, porque alguien ha entregado el dinero a su mujer o
marido, pero están divorciados.
O leyes que permiten que si eres
político y ayudas al gobierno de turno, y eres necesario para mantener el
poder, puedes delinquir, abusar y violar los derechos de quienes no te votan,
sin por ello ser culpable de nada, porque la mayoría de los palmeros y
mamporreros han dicho que sí en nombre del pueblo.
Porque el pueblo tiene suficiente con
pelearse y defender a una mitad de los políticos, vilipendiando, insultando y maldiciendo
lo que hace y dice la otra mitad.
Todo ello, orquestado por periodistas
y medios de comunicación, que dan palmas como buenos palmeros, a lo que hacen y
dicen los que les dan subvenciones o tienen sus simpatías, o bien porque
obtienen algún beneficio de defenderlos.
La mitad apoya la decisión del
Tribunal Constitucional, la otra mitad les convierte en servidores del poder,
que les dice lo que tienen que votar.
Una mitad Progresista, otra mitad
Conservadora, que los políticos tratan de que la suya sea la mitad más grande,
porque les permite controlar la Justicia.
Para ello, sólo necesitan meter en los
Consejos del Poder Judicial, el Supremo, el Constitucional y las Fiscalías, a
sus palmeros.
Los medios de comunicación discuten,
argumentan, publican su opinión acerca de si son churras o merinas, lo que
lleva al pueblo a discutir, crear odios y desarmonía, entre ellos, sólo para
decir sí, a si quiere ser violado por uno o por otro.
Pues que la Justicia esté dictada por
el Poder, que las Leyes sirvan para conseguir la Impunidad de sus abusos y
violaciones, sólo sirve para ser un pueblo Abusado y Violado, por sus poderes.
Que sería como decidir si los rubios,
los morenos o pelirrojos, o en estos tiempos los que lleven el pelo o los ojos
de un color, son inocentes de abusos y violaciones y los otros culpables.
Pienso que argumentar sobre la
Justicia, nos permitiría ver, que sin importar si tiene o no razón en algún
punto de las Leyes que se han dictado, o el no tener principios éticos, puede
permitir que un político, sea la única voz que se permite.
El hecho de cruzarse ante el rey, el
de ser el primero, mostrando que es el que más poder tiene, sólo muestra la
prepotencia y ego de alguien. No es cuestión de protocolo o si en estos tiempos
democráticos el rey es sólo para las fotos, la cuestión es la prepotencia,
carencia de principios, de ética, de educación y cuando no eres un niño, sino
alguien que busca tener el poder y decidir por todos los demás.