Decía mi
Maestro a menudo: ““手放します”Tebanasu” (dejar ir), en lugar del “Shimasu” (Hacer), solía
enseñarnos la mano extendida.
Cuando “dejamos ir con la mano extendida”, es la actitud más representativa del budismo, en
ella se encierra la gran filosofía Zen, “Vive
con la mano extendida”.
Aparentemente, no parece una gran enseñanza, porque dejar ir, podría llevarnos
a entender la Vida como indiferencia, el no importarnos nada, el vivir sin
ilusión. Pero es esta actitud de la mano extendida, la que percibió Buda en
Makakasho, al contemplar la flor en Su mano. Es la actitud que el Buda conserva
con Todo, es la que la Vida Es con todo cuanto se manifiesta.